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Red Internacional
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Medios. Vivir o no vivir: entrevista a Pato Fontanet antes de la sentencia

Antes de que se conozca la sentencia por la causa Cromañón, donde se sabrá si los condenados regresan o no a la cárcel, en la noche del miércoles 15, Dady Brieva entrevistó en su programa Dady TV por CN23, al Pato Fontanet de Callejeros.

Jueves 16 de julio de 2015 10:17

En el living de su casa en Córdoba, se vio a un Pato Fontanet tranquilo, reflexivo y expectante ante la posibilidad de quedar absuelto o si debe volver a cumplir la condena como uno de los partícipes de la tragedia de Cromañón.
“La causa judicial nos ha torturado durante bastante tiempo” dice el líder de Callejeros quien con mirada cabizbaja, relató entre mate y mate la odisea de una causa que parece no tener fin.

Ya pasaron 10 años de aquel 30 de diciembre de 2004, donde la barbarie se hizo carne en la República de Cromañón. Aníbal Ibarra, el fallecido Omar Chabán, el dueño Rafael Levy, la policía y los funcionarios porteños responsables de esta impunidad que continúa, son el rostro de esta tragedia. En agosto del año pasado, los Callejeros y el empresario Omar Chabán fueron condenados, quedando excarcelados los funcionarios porteños implicados.

De PASO y haciendo uso del premio otorgado por el kirchnerismo, el destituido Aníbal Ibarra, compitió en las internas del FpV como candidato para el mismo cargo que cumplía cuando 194 pibes con sus hijos morían asfixiados en un boliche que no pasaba las condiciones para su habilitación, pero cuando se trata de la desesperación de ganancias de políticos y empresarios, todo vale.

La pregunta infaltable fue por la polarización entre la inocencia o no de los músicos. A lo que Fontanet respondió diciendo que ellos no cometieron ningún delito, que camina tranquilo por la calle y que cortó con el resentimiento, producto de varios años de ayuda psicológica.

El argumento que no se tocó en la entrevista fue el que recorrió durante todos estos años las bocas de varios funcionarios para que no se ponga en cuestión la seguridad y credibilidad de un régimen político y social.

El de culpabilizar no solamente a los músicos sino también a quien prendió la bengala, que esconde un siniestro significado: los pibes que salieron a disfrutar de su juventud son los causantes de semejante tragedia y muertos están. Y mejor si son jóvenes de los barrios, que son los que tienen que ir a los peores lugares para divertirse.

La reflexión que cuenta el cantante fue que en el peor momento de su vida, donde se planteó la posibilidad de quitarse la vida, fue que vivir o no vivir no es lo mismo.

Los gritos de los 194 y los miles de heridos siguen retumbando ante la impunidad de una causa que se mantiene abierta hace 10 años para que nunca cierre y pueda proscribir tranquila.

Un derecho de clase más para los funcionarios del estado, los empresarios, la policía y la justicia.