Vecinos del barrio San Lorenzo hicieron una lista con más de 100 familias que necesitan alimentos. El comedor barrial no da abasto y hace 20 días esperan una respuesta de la Municipalidad. Así se vive la crisis económica y sanitaria en Avellaneda.
Lunes 13 de abril de 2020 17:55
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El hambre se propaga más rápido que la pandemia. Los alimentos aumentaron más del 50% por la especulación de las industrias y grandes comercializadoras. Las patronales despiden o no pagan la totalidad del salario y los trabajadores informales no pueden salir a buscar el sustento diario. El Gobierno hace permanentes anuncios sobre la “ayuda” del Estado aún así, el derecho humano básico a la alimentación se vulnera cada día con mayor crueldad.
Así se vive la crisis de la pandemia en un barrio de Wilde
El barrio San Lorenzo se encuentra por avenida Las Flores llegando a la autopista Ricardo Balbín. Es un barrio popular con varias familias que viven de ingresos informales y donde la municipalidad ha construido y entregado viviendas.
La Izquierda Diario entrevistó a vecina del barrio. Erica trabaja en un centro de día como auxiliar de sala y es madre de una niña. En este día de lluvia, desde su casa, nos cuenta de sus esfuerzos solidarios y de una dura realidad que es vivida por millones en el conurbano.
“Hicimos una lista de las familias más necesitadas del barrio y la entregamos a la municipalidad de Avellaneda para solicitar bolsones de alimentos. Son más de 100 familias, de 4 a 9 integrantes cada una. Hasta el día de hoy no recibimos ninguna respuesta, ya han pasado 20 días”.
El 25 de marzo, el intendente Jorge Ferraresi se reunió con concejales y de allí se dio a conocer de un revelamiento de las necesidades alimentarias del distrito a cargo del concejal Pablo Vera. Tristemente, la espera ruge cada día más fuerte en las tripas de cientos de familias.
La solidaridad que siempre viene desde abajo
El gobernador Axel Kiciloff anunció la triplicación del presupuesto para los comedores escolares, que llegaría a $2.600 millones. Parecen grandes cifras, pero en promedio son unos $50 por día en alimentos para cada pibe. El mayor esfuerzo solidario viene siempre desde abajo.
En el barrio tienen un comedor que depende del Ministerio de Desarrollo y del corazón de tres vecinas que se lo ponen al hombro. Erica nos cuenta que “ellas ponen parte de lo que cobran como AUH para poder comprar algo de carne y verdura. Cocinan sólo a la noche porque lo que bajan del Ministerio no les alcanza para el mediodía y ahora aumentó un montón la cantidad de gente que se acerca”. Además Erica y otros vecinos han hecho ollas populares o comidas en sus cocinas que luego reparten en algunas casas.
“No se puede sobrevivir así, la gente la está pasando mal”
En el barrio hay muchos trabajadores informales y la mayoría se busca su entrada de dinero en el trabajo del día a día. Con la cuarentena los ingresos de todas las familias se vieron afectados y así también el plato de comida que llevan a la mesa.
“Tengo vecinos que se quedaron directamente sin actividad. El que corta el pasto puede ir a una o dos casas por día y con mucha precaución de que no lo pare la policía. Es una realidad muy triste porque no se puede sobrevivir así, la gente la está pasando mal”.
En Avellaneda, las tareas de patrullaje y control de la cuarentena involucran a 90 móviles de las distintas fuerzas de seguridad. Sin dar solución inmediata a las necesidades más urgentes, el aislamiento obligatorio se convierte en una cruel y desesperante vivencia para muchos. Además, los abusos policiales están a la orden del día: hace una semana dos niños que pedían comida puerta por puerta enfrente del Hospital Fiorito, fueron atacados a golpes por efectivos de la bonaerense.
Desde el 20 de marzo, 301 personas fueron demoradas y notificadas por violar el aislamiento obligatorio. Continuamos las tareas de patrullaje en todos los barrios de Avellaneda.
— Jorge Ferraresi (@jorgeferraresi) April 11, 2020
Un salario de cuarentena y servicios esenciales gratuitos
Erica también estuvo ayudando a varios vecinos a hacer el trámite on-line por el Ingreso Familiar de Emergencia. “El IFE me parece una gran ayuda, me parece genial, pero no creo que con esto se puedan salvar las familias, más las que son numerosas. Creo que 10 mil pesos te alcanza, si sabés estirarlo y sos bastante ingenioso, para unos 10 días”.
La Izquierda Diario le consultó su opinión sobre el proyecto del Frente de Izquierda de un Salario de Cuarentena de $30 mil, financiado con un impuesto del 3% a los más ricos del país. “Yo creo que sería bueno para poder vivir un mes, para alimentarse únicamente. Pero no para pagar servicios o nuestros impuestos. Esto también es un problema, porque a pesar de la prohibición de cortes de los servicios que anunció el presidente, acá han llegado avisos de corte de agua y de luz y a otros les han cortado el cable”.
Erica opina además que “los servicios deberían ser gratuitos, en toda esta temporada de cuarentena. Las empresas de servicios se hicieron más que millonarias, triplicaron sus ganancias y no estaría bueno ni que sus empleados se queden sin cobrar el sueldo, ni que el pueblo se quede sin servicios. La gente no puede salir a la calle a quejarse. Yo creo que ahí debería hacer más presión el gobierno”.
“En el barrio si llegás a tener síntomas, no hay lugares abiertos”
En Avellaneda ya son 14 los casos de infectados por CV-19. Aunque la curva de contagios a nivel nacional parece estar contenida, ante la falta de tests masivos en la población no se puede saber con precisión y los hospitales públicos se preparan para el pico que se aproxima. Desde la intendencia se hizo una inversión de $5 millones en el Hospital Fiorito y otros tantos en el Hospital Pte Perón. Pero ¿cómo es la situación de salud para los vecinos que no cuentan con prepagas?
“En el barrio si llegás a tener síntomas, no hay lugares abiertos. Los centros y salitas están cerrados. Si pedís una ambulancia no llega, entonces rogás que aparezca algún vecino con auto para que te lleve de urgencia a algún hospital”.
Además “el hospital de Wilde está muy inflexible. No atiende todos los casos que se presentan. Porque tienen poco abastecimiento y porque con la pandemia no están dejando entrar muchas personas. Una vecina contó que si tenés síntomas no te atienden y tenés que llamar al número de emergencia que está colapsado. Está complicado para los vecinos que no cuentan con prepagas y son de bajos recursos.”
Declarar de utilidad pública todo el sistema de salud
Myriam Bregman presentó un proyecto en la legislatura porteña para declarar de “utilidad pública” todo el sistema de salud, unificando el sistema público y privado bajo la órbita del Estado y con control de trabajadores y profesionales de la salud. El Frente de Izquierda busca impulsar lo mismo a nivel provincial con el diputado Claudio Dellecarbonara.
En Avellaneda existen 3 hospitales provinciales y otras 7 clínicas privadas, de darse esta alternativa, se dispondría de muchos más recursos y personal para atender a los vecinos de la zona y a cualquiera que lo necesite.
Erica nos da su opinión sobre el proyecto: “Para mí está perfecto. En mi familia tenemos prepaga y la usamos por tratamientos que no se podían llevar a cabo en hospitales públicos. Estaríamos muy contentos si se tienen que abrir las puertas de las clínicas donde yo me atiendo, porque acá la prioridad es la salud. Y para los más necesitados y necesitadas”.
Despedimos a Erica y nos quedamos en contacto para seguir publicando su experiencia o la de cualquier vecino. Antes de terminar, nos cuenta entre risas que hacía poco había contestado una encuesta donde le preguntaban si podía donar desde $150 para que la Superintendencia pueda pagarle a las obras sociales.
“Me pareció re cómico. Nos están pidiendo a nosotros que apenas estamos cobrando el sueldo, que donemos a través de una encuesta… ¿y los empresarios multimillonarios? o ¿los diputados y políticos? Tendrían que hacer su aporte, no sólo la Izquierda, si no todos los partidos. Los que tienen dinero más que suficiente, ¿no lo pueden donar?
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