Los años de abandono de la construcción en el barrio Los Ceibos de González Catán, dejó al descubierto una historia donde se relaciona los fondos del estado en manos de ACUMAR y negocios con empresas que no cumplen con sus contratos. En el programa Mundo Conurbano contamos la historia de este organismo
Miércoles 28 de octubre de 2020 12:08
Acumar: 11 años de negociados con la vivienda en nombre del medio ambiente - YouTube
El barrio Los Ceibos, que están en el kilómetro 32, de González Catán, tiene una historia que merece ser contada.
En el año 2015, Fernando Espinoza y quien había sido elegida intendenta de La Matanza ese año, Verónica Magario, inauguraron lo que debería haber sido la primer tanda de viviendas "ACUMAR" en ese barrio, que finalmente fue la única entrega. Allí reubicaron a vecinos y vecinas de distintas zonas de acuerdo al plan de reubicación del 2010 que había diseñado el organismo.
En el acto de inauguración, Fernando Espinoza se jactaba: “Nos dijeron que esto era una locura, que no se podían urbanizar villas, nosotros en La Matanza estamos demostrando que sí. Somos el lugar en la Argentina que más barrios de emergencia está urbanizando. Hoy empezamos a entregar las 300 nuevas viviendas, y a demostrar que es posible”. Sin embargo, hoy no solo es el segundo distrito bonaerense con mayor cantidad de asentamientos, sino que la segunda tanda del complejo de viviendas que se encontraban inaugurando fue abandonado por más de 7 años y sin responsables claros de semejante canallada.
A esas promesas de urbanización se las llevó el viento, o las tapó el agua, porque muchos son los barrios que se inunan cada vez que llueve, y desde ese entonces los asentamientos no paran de crecer y se hacinan cada vez más familias. Es uno de los distritos que mayor cantidad de habitantes hacinados tiene y donde 1 de cada 10 personas vive en un asentamiento. La supuesta urbanización nunca llegó.
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Volviendo al Barrio Los Ceibos, sus vecinos denuncian que allí hubo una estafa por parte de la empresa constructora y quedó todo sin finalizar. Esqueletos a medio hacer, otros casi terminados que pasaron los años y se fueron deteriorando, mientras miles de personas no tienen un lugar donde vivir. Sin embargo aun no hay responsables de esos hechos.
Este barrio hoy vuelve a ser noticia, pero esta vez porque los vecinos que viven el drama habitacional, decidieron recuperar el predio y las casas que se encuentran abandonadas por el Estado y por el organismo responsable ACUMAR.
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¿Qué es ACUMAR?
En el año 2004, un grupo de vecinos de Villa Inflamable en la localidad de Avellaneda, afectados en su salud y sus viviendas por la contaminación ambiental industrial que se encuentran en la zona donde residen, realizan una denuncia judicial conocida como " la causa Mendoza", en la que reclamaban que se recomponga el daño ambiental, responsabilizando por ello al Estado nacional, a la provincia de Buenos Aires y a 44 empresas.
Para ello se crea en el año 2006 un organismo al que denominan ACUMAR (autoridad de la cuenca Matanza – Riachuelo), un organismo público que es el responsable de articular las políticas públicas para el saneamiento de la cuenca Matanza - Riachuelo, encargado de controlar entre otras cosas el estado del suelo, la contaminación del aire y de la situación de salud y hábitat en que se encuentran las personas que están viviendo en situaciones precarias afectadas a dicha cuenca. La primera directora del organismoA fue Romina Picolotti y hoy se encuentra al frente de dicho organismo Martin Sabbatella.
En el año 2006, se encontraban 10.745 familias en situación de vulnerabilidad, pero ya para el año 2010 el número de familias ascendía a 17.770 familias a las que se les debía dar una respuesta habitacional por parte del Estado. Estas viviendas que deberían ser cumplidas en plazos certificados, serían entregadas a familias con planes de pagos para su posesión.
Desde la dictadura hasta la fecha, miles de familias por acciones desesperadas fueron ocupando tierras en lugares que no eran habitables. Así fueron proliferando en todo el conurbano miles de asentamientos, con familias que no contaban con servicios básicos, que viven hacinadas y en condiciones de extrema vulnerabilidad.
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El problema habitacional lleva décadas sin resolverse, y se agudiza cada vez más. Según datos de 2017 del Registro Público de Villas y Asentamientos bonaerense, hay 420 mil familias viviendo en 1.585 villas y asentamientos ubicados en territorio provincial. En el Conurbano está la mayor concentración con el 72 por ciento de los asentamientos. Por su parte, La Plata es el partido que encabeza la lista, con 129 barrios carenciados, seguida por La Matanza, con 114 barrios populares o asentamientos de emergencia, en los que viven unas 220 mil personas.
Mientras la crisis habitacional tan solo se profundizó, en ACUMAR se sumaban denuncias por malversación de fondos, negociados entre empresas relacionadas con personas responsables del organismo, junto a otras denuncias que se sucedían mostrando constantes irregularidades con la construcción de viviendas y el cuidado del medio ambiente.
Por ejemplo, en la auditoría de la nación que se realizó en el año 2015, solo se habían efectuado el 14% de las obras programadas, y para la auditoría que se realizó en el año 2020, tal como figura en el informe, se alcanzó al 22% de la inversión planeada.
Allí se describe, que de las 17 mil viviendas planeadas para la primera etapa, se construyeron un poco más de 4 mil, con grandes denuncias de malas construcciones, de barrios inadecuados para ser habitados, y con muchas deficiencias en cuanto a las necesidades de las personas que se mudarían a esos espacios. Allí mismo, afirman que 4.600 viviendas quedaron sin finalizar o que se están efectuando, sin clarificar los motivos, ni responsables de esa situación, y se encuentran más de 7 mil viviendas que no tienen siquiera el destino donde van a ser realizadas.
Este organismo también es el encargado de controlar y asegurar que no se continúe produciendo la llamada contaminación industrial. Por lo tanto debería inspeccionar y garantizar que 17 mil establecimientos readecuen sus empresas para el tratamiento de residuos contaminantes.
La mayor afluencia de residuos contaminantes se encuentran en la zona el Dock sud donde hay un gran número de refinerías y curtiembres.
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En La Matanza una de las empresas emblemas de la contaminación ambiental es Klaukol, ubicada en Virrey del Pino, donde sus vecinos hace años que se vienen organizando y denunciando en el Municipio cómo afecta su salud los contaminación ambiental que produce la fábrica. Las denuncias constan de muertes por cáncer, problemas respiratorios y niños con plomo en sangre.
A lo largo de estos años, estas denuncias fueron desoídas por las autoridades tanto nacionales como locales, y a cambio han recibido todo tipo de amenazas y hasta represiones, como fue hace poco frente a la intendencia.
El mayor problema sigue siendo la contaminación industrial, es decir, el desecho de residuos tóxicos que se siguen emanando en las aguas y en el ambiente, un problema mucho mayor que no alcanza solo con la limpieza de los bordes de la cuenca.
Incluso, una de las principales responsabilidades del organismo, es la urbanización de tierras para ser habitadas, brindando luz eléctrica, agua potable, calles asfaltadas, recolección de residuos, para nombrar algunos.
Hoy, el problema ambiental junto con el déficit habitacional siguen siendo los grandes agujeros negros que de ellos nada se sabe. Grandes partidas presupuestarias recibe ACUMAR. Según informa en su página se le asignaron $1.089.820.000 para el 2019. A esto debemos sumarle importantes aportes del Estado nacional, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires, que de conjunto suma un presupuesto de $25.360.134.901 tan solo en un año, para el Plan Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca Matanza - Riachuelo.
Quedan abiertos grandes interrogantes sobre el destino de esos fondos, quién controla a las empresas que prestan los servicios, o como actúa el organismo frente a las empresas contaminantes.
Fueron cambiando las presidencias, y los secretarios, pero poco se conoce qué se hizo con el dinero destinado a la construcción de viviendas y el saneamiento ambiental.
Informe: Alina Baena, Esteffy LoPre, Matías Pore, Verónica Zaldívar y Eugenia Steininger
Edición de videos: Luis Lego, Mariano Mancuso y Nata C.
Fotomontaje: Mariano Mancuso