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Debates en la izquierda brasileña. Ante la fórmula Lula-Alckmin: el PSOL en la encrucijada

Por primera vez desde su fundación en 2005, el PSOL no presentará candidato propio a la presidencia. Se prepara para apoyar la fórmula Lula-Alckmin al tiempo que sella una alianza con el partido neoliberal REDE. La izquierda tiene planteada una gran pelea. Esquerda Diário de Brasil se pone al servicio de ella y abre su espacio al debate.

Isabel Infanta

Isabel Infanta @isabel_infanta

Jueves 21 de abril de 2022 19:25

El 14 de diciembre de 2003, tres parlamentarios del PT fueron expulsados del partido por "indisciplina". Heloísa Helena, João Batista de Araújo (conocido como Babá) y Luciana Genro habían votado en contra de una ley impulsada por Lula da Silva que rebajaba las jubilaciones de los empleados públicos brasileños. Casi dos años después, el 15 de septiembre de 2005, fundaban el Partido Socialismo y Libertad, el PSOL.

Bajo la idea de que el PT se había descarrilado de sus objetivos fundacionales, el objetivo del PSOL iba a ser esencialmente el de regresar al "PT de los orígenes". Hoy, tras un largo camino recorrido, el PSOL se prepara para apoyar y participar de un probable gobierno de Lula da Silva, esta vez en alianza abierta con un amplio arco de formaciones golpistas y neoliberales. Su compañero de fórmula, Geraldo Alckmin, ex presidente del golpista y neoliberal PSDB, fue dos veces gobernador de la principal provincia brasileña, San Pablo, períodos en los cuales demostró ser un enemigo de los intereses del pueblo trabajador, y tuvo en las calles la oposición persistente de estudiantes y sectores de trabajadores, sobre todo docentes.

Pero además, el PSOL se prepara para encarar el próximo período encerrado en una federación política con REDE, un partido también golpista y neoliberal, encabezado por Marina Silva, una formación financiada por la principal banca privada brasileña, el Itaú. Un partido que en su momento prefirió apoyar al PSDB en contra de Dilma Rousseff en el balotaje de su segundo mandato, en los albores del golpe institucional que pocos meses después la destituiría de la presidencia. El PSOL deberá actuar con un programa en común con REDE, que al parecer tiene predominancia: los lineamientos presentados tienen la impronta de Marina Silva y el Itaú.

Tanto Alckmin como Silva son fervientes impulsores de las reformas laboral y jubilatoria, y de las privatizaciones de los servicios y empresas públicas, lo que pinta de cuerpo entero el carácter antipopular de sus proyectos.

Un camino plagado de "buenas intenciones" malmenoristas

Este salto en la adaptación a los políticos representantes de las patronales que encara hoy el PSOL con el argumento de que hay que unirse para enfrentar a Bolsonaro no es un rayo en cielo sereno. La apelación a encolumnarse detrás de los distintos "males menores" fue sembrando una moral de resignación que congeló la pelea por una verdadera alternativa de y para la clase trabajadora y el pueblo pobre.

El primer salto en este sentido fue en la gran prueba que significó el golpe institucional. Si el PSOL se ubicó en sus comienzos como oposición por izquierda al PT, la destitución de Dilma Rousseff en 2016 lo puso de vuelta detrás de la política conciliadora de Lula da Silva. Frente a la desmovilización pregonada por el PT, el PSOL no fue una alternativa independiente para los vastos sectores dispuestos a luchar activamente contra los golpistas. Se abrió una nueva etapa política para el país, signada por el fortalecimiento de la extrema derecha encarnada por Bolsonaro, y para el PSOL, signada por el seguidismo al PT.

Hoy asistimos a un nuevo punto de inflexión en la adaptación del PSOL al PT y su política conciliadora, esta vez frente al supuesto riesgo de reelección de Bolsonaro.

Por primera vez desde su fundación en 2005, el PSOL no presentará candidato propio a la presidencia. Esa política se replica en las provincias. En San Pablo, el dirigente del movimiento sin techo Guilherme Boulos, cuyo lema siempre fue derrotar en esa provincia al PSDB, histórico partido neoliberal brasileño, bajó su candidatura para apoyar a Fernando Haddad, ex candidato presidencial del PT, en el marco de la fórmula Lula-Alckmin. No se entiende cómo se puede derrotar al PSDB de San Pablo en alianza con quien hasta hace un mes era una de sus principales figuras, Geraldo Alckmin. El compañero de fórmula de Lula se pasó al PSB, desde donde busca sellar el guiño de Lula hacia la centroderecha. En Rio de Janeiro, bastión del PSOL, la mayoría quiere seguir a Marcelo Freixo, ex candidato a gobernador que dejó el PSOL para irse también al PSB.

La principal alternativa en el PSOL al voto a Lula-Alckmin defendido por la dirección mayoritaria es la defensa de la precandidatura de Glauber Braga, cuyo programa no cuestiona el pago de la fraudulenta deuda externa y propone la "revisión constitucional" del papel de las fuerzas armadas y policiales, es decir, un control de las fuerzas represivas del Estado burgués racista de Brasil. Un "antineoliberalismo" barnizado de neodesarrollismo que no se propone otra cosa que gestionar el capitalismo atrasado y dependiente de Brasil.

Algunas corrientes de izquierda que forman parte del PSOL se emparentan internacionalmente con partidos que hoy son parte del FITU de Argentina, un ejemplo de que se puede construir una fuerza política independiente de las distintas variantes patronales, con un programa que combata a la resignación y construya una salida favorable a los intereses del pueblo trabajador. Como el PTS en Argentina, el MRT de Brasil impulsa esta perspectiva, en diálogo con los distintos sectores que hoy conforman la izquierda brasileña.

El impulso junto a compañeros y compañeras de otras tradiciones de izquierda de un Polo Socialista Revolucionario que pelee por una alternativa política independiente es un avance en este sentido. El PSTU, partido con legalidad electoral en el proscriptivo esquema político brasileño, puso a disposición de las organizaciones que conforman ese polo candidaturas que permitirán dar esa pelea también en el terreno electoral. El MRT ofreció la precandidatura de Marcello Pablito, un trabajador referente del movimiento negro, para acompañar la candidatura presidencial de Vera del PSTU.

En una reciente declaración, la dirección del MRT afirmó que la propuesta era una forma de "ayudar a demostrar que la candidatura presidencial del Polo, encabezada por Vera, es la única de la izquierda que combina un programa de independencia de clase con la propuesta de unir a todos los sectores que rechazan la dilución del PSOL en alianzas con el PT, y también con el golpeador de profesores Geraldo Alckmin y con Rede de Marina Silva y del banco Itaú".

El papel de nuestra prensa: al servicio de una alternativa independiente

Ante este escenario, Esquerda Diario de Brasil, diario que forma parte de nuestra Red Internacional, se puso a disposición de todos y todas aquellas que rechazan la dilución del PSOL en el apoyo a Lula-Alckmin y el acuerdo con Marina Silva, para debatir cuáles deben ser las perspectivas de la izquierda.

Así lo señaló Diana Assunção, editora del diario: “Esquerda Diario, lanzado en 2015, creció como referencia en la izquierda brasileña justamente en la lucha contra el golpe institucional, llegando a alcanzar en el auge de esa batalla 7 millones de accesos en un mes. Esa posición siempre se combinó con una política independiente del PT, que le abrió espacio a la derecha con su política de conciliación. La batalla por una política de independencia de clase, que solo podría ser en contra del golpe, pero de forma independiente del PT, fue la que faltó dentro del PSOL y en la izquierda brasileña, que se dividió esencialmente entre sectores que se adaptaron al petismo y otros al golpismo, aunque en niveles y de formas diferentes. En aquel momento pusimos a Esquerda Diario al servicio de las batallas centrales que estaban planteadas a la izquierda brasileña y queremos poner a disposición nuevamente nuestro instrumento para ese papel, independiente de las divergencias que podamos tener, queremos abrir nuestro medio a todos los militantes del PSOL, del Polo Socialista Revolucionario, sectores de la izquierda y activistas que quieran expresar sus posiciones críticas a la adaptación al PT que lleva esa dilución de la izquierda brasileña con Alckmin y Marina Silva".