Así lo dio a conocer esta semana en un informe la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Predicen que la temperatura media anual estará por encima de los niveles preindustriales entre 2023 y 2027. La Cruz Roja destaca el impacto en países de Medio Oriente.
Jueves 18 de mayo de 2023 10:38
A principios de este año la Organización Meteorológica Mundial (OMM), organismo dependiente de la ONU, anunció que los años más calurosos de la historia se habían registrado entre 2015 y 2022. Un nuevo informe revela que se aproxima un nuevo récord mundial e histórico de temperaturas extremas en los próximos 5 años.
La combinación de crisis climática y el fenómeno de El Niño hacen probable que las temperaturas mundiales alcancen niveles sin precedentes en los próximos años, según datos revelados esta semana por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Los expertos de la organización pronostican que la temperatura media anual cerca de la superficie terrestre podría elevarse, de forma transitoria, más de 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales entre 2023 y 2027.
Según los cálculos utilizados, existe un 66 % de probabilidades de que en ese periodo la barra de los 1,5 grados adicionales se rompa durante al menos un año.
Asimismo, hay un 98 % de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años, así como el lustro en su conjunto, sean los más calientes jamás registrados.
"Esto no significa que vayamos a superar de forma permanente el nivel de 1,5 grados previsto en el Acuerdo de París, que se refiere al calentamiento a largo plazo. Sin embargo, la OMM da la voz de alarma sobre el hecho de que superaremos el nivel de 1,5 grados de forma transitoria y cada vez con mayor frecuencia", afirmó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
El experto finlandés alertó que este aumento de las temperaturas a corto plazo "tendrá repercusiones en la salud de las personas, en la seguridad alimentaria, en la gestión de las aguas y en el medioambiente".
Los lugares más afectados
La OMM predice que este incremento será mayor en torno al Ártico. En el extremo norte de la Tierra, la anomalía térmica podría suponer un aumento de las temperaturas tres veces mayor que en el resto del mundo.
Por otro lado, la OMM predice que las lluvias pueden ser más intensas en la región del Sahel, en el norte de Europa, en Alaska y el norte de Siberia.
En cambio, se prevén condiciones más secas en algunas partes de la Amazonía, América Central, Indonesia y Australia.
La Cruz Roja alerta sobre el impacto en Medio Oriente
Al mismo tiempo, un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Cruz Roja Noruega alertó este jueves sobre los efectos humanitarios de la crisis climática en los países de Oriente Medio, donde están agravados por los conflictos armados de los que son responsables, en su mayoría, los países imperialistas que emiten la mayor cantidad de gases de efecto invernadero.
De acuerdo a la organización humanitaria, las altas temperaturas, la falta de agua dulce, la sequía y las lluvias intensas son cada vez más frecuentes en los inestables países de la región, donde la capacidad de las instituciones para hacer frente a estas amenazas es muy reducida.
El director regional del CICR para la región, Fabrizio Carboni, llamó la atención sobre las "preocupantes consecuencias humanitarias" que este tipo de catástrofes están teniendo en los habitantes de estos países.
Las personas que viven en Oriente Medio se enfrentan a menudo a la desnutrición, al aumento de las enfermedades transmitidas por el agua y al incremento de las afecciones respiratorias.
El informe detalla, apoyándose en las predicciones globales del Servicio Meteorológico Nacional de Reino Unido, que para los próximos años se prevén una subida generalizada de las temperaturas, menos lluvias y un aumento del nivel del mar en países como Irak, Siria o Yemen.
La interacción de la destrucción de infraestructura producto de las guerras y la intervención imperialista, el hambre y las sequias recurrentes, junto a la degradación medioambiental, va a favorecer el surgimiento de nuevos conflictos "climáticos", que implicaran mayores desastres y millones de desplazados.
Las causas
Si bien se suele mencionar al fenómeno de El Niño, que provoca el incremento de las temperaturas globales y lluvias intensas o sequías en algunas zonas de América Latina, África y el sur de Asia, como explicación del aumento de las temperaturas. Éste fenómeno natural se ve potenciado y se monta sobre la tendencia al aumento del calentamiento global cuya principal causa está directamente relacionada al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera.
Los GEI son el producto de la combustión fósil así como de la deforestación, los cambios en el uso del suelo y la destrucción de sumideros de carbono como son los humedales, entre otros.
Los sectores capitalistas ligados al combustible fósil (o el agronegocio, si se habla de deforestación) comenzando por Estados Unidos y China, los principales emisores históricos y actuales, vienen impulsando esta producción de la mano de los Estados que garantizan sus negocios.
La crisis climática a nivel global es la máxima expresión de la forma de producción capitalista que prioriza la ganancia por sobre la humanidad y el planeta. Esta realidad impacta día a día principalmente en las condiciones de vida y de salud de la clase trabajadora y los sectores populares.
El 85% de la población mundial ya se ve afectada por los aumentos de temperaturas, las sequías, inundaciones e incendios forestales. En este momento, no hay un solo continente que no haya sufrido estas alteraciones que, según un nuevo Reporte del Estado del Clima en América Latina y El Caribe 2020 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se cobraron más de 312.000 vidas y afectaron a más de 277 millones de personas entre 1998 y 2020.
Ante esta realidad, no son suficientes los documentos y alertas que publican periodicamente las distintas organizaciones. Como vienen señalando distintos sectores, en particular la juventud, "no hay planeta B". La lucha por nuestro planeta y por una manera de convivencia con la naturaleza que sea sustentable es la lucha contra la forma de producción irracional del capitalismo.