En la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata somos cientos los co-ayudantes alumnos que trabajamos a la par de los docentes, sin salario ni reconocimiento formal por la universidad. Te invitamos a firmar el petitorio y sumarte a la campaña contra la precarización en la facultad.
Lunes 31 de mayo de 2021 10:30
Los co-ayudantes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo hace años trabajamos codo a codo con los docentes, poniéndonos al hombro las cursadas para sostener una universidad que desde los ’90, con el neoliberalismo, año a año los gobiernos han desfinanciado. Sin embargo, no tenemos remuneración por las horas dedicadas a la labor docente, ni siquiera algún tipo de reconocimiento formal por parte de las autoridades.
Además, para quienes estudiamos Arquitectura es requisito del plan de estudios para recibirnos realizar las Prácticas Profesional con un mínimo de horas en algún estudio de arquitectura o empresa constructora. Pero las cientos de horas que trabajamos nosotros frente a las comisiones ni siquiera son reconocidas como equivalencia directa de prácticas profesionales.
Pero no somos los únicos, además de distintas figuras Ad Honorem, Adscripto, co-ayudantes, la universidad también precariza labores no docentes de limpieza, administrativos y técnicos mediante contratos temporales mediante empresas tercerizadas. Este modelo se profundizó bajo el Macrismo y lo continúa el Gobierno de Alberto Fernández en una situación de emergencia educativa.
Pandemia y deserción
Con el covid y la crisis económica esta situación empeoró, ya que la universidad y el Gobierno en vez de tener políticas para revertir la situación a la que somos condenados los jóvenes, usaron la pandemia como excusa para sacarnos derechos. Se cerró el albergue, recortaron el comedor, hubo bochazos masivos con el Progresar y se quitó el IFE. Los pibes somos condenados a trabajos de miseria para bancarnos la carrera y subsistir. Agravado esto por la virtualidad forzosa sin condiciones, se disparó la deserción estudiantil a niveles inauditos dejando a miles por fuera de la universidad pública. En 2020 en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo alcanzó el 30%.
En este contexto, la situación de quienes somos co-ayudantes se complejiza con la pandemia, dónde además de multiplicarse las horas de trabajo, muchos tuvimos que hacernos cargo del traspaso a la virtualidad, ya que desde la Facultad no hubo ningún curso de formación serio ni ayuda para los docentes, a los que se dejó a su suerte en este proceso, teniendo que hacerse cargo de los elementos para dar las clases, como los dispositivos y la conectividad.
Becas para sostener todas las cursadas
Históricamente los co-ayudantes hemos funcionado como un parche ante el incremento de la relación docente-alumno que fue aumentando, llegando incluso a 35 estudiantes para 1 docente. Esto se implementó a partir del año 2011 con el plan de estudios 6, que incrementó la demanda de co-ayudantes, adaptando la Facultad al modelo de ajuste en el presupuesto educativo.
Este año empezó a discutirse en el consejo directivo de la facultad un proyecto presentado por la Franja Morada a medida de la gestión: un programa de becas temporales otorgadas desde el presupuesto de la Universidad pero gestionadas y designadas por la Facultad para los co-ayudantes.
Pero no se informo cuántas becas se otorgarán, cómo se distribuirán entre las distintas cátedras ni con qué criterio se seleccionarán. Se habla de solo 1 beca por cátedra cuando en su mayoría somos mas de 5 co-ayudantes. Para dar un ejemplo, en historia de la arquitectura somos más de 10 en 3 niveles distintos y con una matrícula de más de 700 alumnos, y solo pretenden dar 1 beca, cuando a otras cátedras se le otorgarán 2, sin motivo aparente.
No se explica por qué la que Facultad ofrece becas por debajo de la cantidad de ayudantes que ya estamos trabajando, y que sostenemos las cursadas acompañando a los estudiantes con mucho esfuerzo porque la situación cada vez se hace más difícil. De piso, esta beca debería darse a la totalidad de estudiantes que estamos en esta situación con un monto que permita vivir.
Tiene que realizarse un relevamiento total de toda persona que esté frente a una comisión cumpliendo la labor docente, y de acuerdo a este resultado pedir la cantidad de becas necesarias para que cada cátedra pueda sostener sus cursadas; que exista un criterio claro y único que se comunique a toda la comunidad educativa de la Facultad, sólo esto podrá asegurar la transparencia del proceso. Que se reconozca nuestra labor, basta de trabajo gratuito. Que se creen cargos docentes y co-ayudantes, además de aumentar el salario que viene perdiendo frente a la inflación.
El centro de estudiantes dirigido por la Franja Morada, debería organizar a los estudiantes por este reclamo, además de organizar una comisión independiente para controlar democráticamente el proceso de otorgamiento de las becas, en camino a terminar con la precarización. Este puede ser un primer paso en pos de regularizar toda la situación de informalidad, y lograr una relación docente-alumno que permita una buena calidad educativa.
La decision de la gestion de otorgar solo 1 beca por cátedra no soluciona el problema de fondo, y lleva a la competencia entre los co-ayudantes, discutiendo quien se la merece más, fomentando la competencia y meritocracia al interior de las cátedras, herencias del neoliberalismo que habría que desechar de una universidad pública.
Campaña contra la precarización en la Facultad
Solo organizados democráticamente desde abajo podemos imponer que se escuchen nuestros reclamos y haya respuestas. No podemos confiar en el consejo directivo, que una y otra vez ha dado la espalda a los estudiantes, docentes, y no docentes que también están precarizados. Tampoco podemos adaptarnos a un modelo de universidad que naturaliza la precarización.
Por eso, llamamos a toda la comunidad educativa, agrupaciones estudiantiles, Agite y En Perspectiva, las cátedras, docentes y co-ayudantes que las integran a difundir el petitorio contra la precarización en la Fcaultad, y poner en pie una gran campaña para que sean reconocidos todos nuestros derechos.