La justicia brasileña acató parcialmente un fallo contra una resolución del Consejo Federal de Psicología que prohibe a los psicólogos a realizar terapias de "reversión sexual".
Martes 19 de septiembre de 2017
La resolución del Consejo Federal de Psicología (CFP) fue aprobada en marzo de 1999 y determina la actuación de los profesionales de la psicología en el abordaje de la cuestión de la orientación sexual. La conducta que en ella se plantea implica no considerar a la homosexualidad una enfermedad. Aprobada por la Asamblea General de la OMS el 17 de mayo de 1990, la resolución dice que no se debe utilizar ningún tipo de patologización sino disponibilizar su conocimiento para una reflexión sobre el prejuicio y la desaparición de discriminaciones y estigmatizaciones.
Este tipo de actuación de los profesionales de la psicología, como el planteado por la resolución, es lo menos que se puede esperar en un país que es recordista en asesinatos de personas de la comunidad LGBT, y aun está lejos considerando que la bisexualidad y las identidades trans aun siguen siendo consideradas patológicas.
Aun así, este tipo de abordaje parece impensable para el grupo de psicólogos que movió la demanda parcialmente acatada por la justicia federal. Ella mantiene el texto de la resolución del CFP pero impide la prohibición de la práctica de reversión sexual. Es decir, legaliza la existencia de esas prácticas a cargo de cada psicólogo individualmente, tratando la homosexualidad como una enfermedad.
Los miembros de la comunidad LGBT nunca estuvieron tan en evidencia, y nunca hubo tantos de sus enemigos declarados determinando los rumbos del país y legitimando el ataque a resoluciones con derechos mínimos. Esto ocurrió en la misma semana que el Movimiento Brasil Libre logró impedir una exhibición de temática Queer. En 2013 frenamos en las calles el proyecto de ley conocido como Cura Gay, que buscaba suspender párrafos de la resolución del CFP para permitir a los psicólogos realizar tratamientos para la homosexualidad. Desde entonces miles hemos estado en la línea de frente de todas las luchas, desde las huelgas contra los ataques del PT, hasta la huelga general contra el golpista Temer.
Es urgente y necesario impulsar un movimiento LGBT que se ponga del lado de los trabajadores para frenar a la derecha golpista, defender la libre construcción del género y la sexualidad, porque quieren destruir moral y materialmente el futuro de los trabajadores y la juventud. Y nosotros no lo queremos permitir.