Sábado 2 de diciembre de 2017 17:21
En la mañana del viernes las centrales sindicales del vecino país anunciaron la "suspensión" de la huelga nacional que habían convocado para el 5 de diciembre. Diana Assunção, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Pablo y Marília Rocha, dirigente del Sindicato de trabajadores subterráneos de esa ciudad, las dos dirigentes del MRT, opinaron sobre ese hecho.
Diana Assunção afirmó:
"Desde que fue convocada esta huelga nacional para el 5 de diciembre, hemos puesto todas las fuerzas del MRT, por medio de Esquerda Diário y en cada lugar de trabajo, para que haya una movilización de los trabajadores fuerte en la base, alertando que esa es la única forma de imponer una huelga efectiva. Decíamos que no es posible confiar en las direcciones de las centrales sindicales, alertando que estaba planteada la posibilidad de una nueva maniobra de la burocracia sindical para desarmar nuestra movilización. Convocaron la huelga sin preparación previa, ya señalaban que no pararían todos los sectores y se centrarían en las negociaciones por arriba, a espaldas de los trabajadores, sin organizar una verdadera huelga con asambleas y comités, por ejemplo. Es un nuevo episodio que muestra el carácter nefasto de esta burocracia, que entrega nuestros derechos, que nos traicionó el 30 de junio y no organiza ningún plan de lucha. La CUT y CTB acordaron con las oficialistas Força Sindical y UGT para traicionar a los trabajadores una vez más, al igual que el PT están perdonando a los golpistas y actuando conjuntamente".
Marília Rocha, por su parte, afirmó que "Aun sin que la burocracia haga cualquier movilización seria, los trabajadores volvieron a mostrar su disposición a la lucha. Fue sensible de como había en amplios sectores disposición a parar, y apoyo de la población, que ya sentimos en los volanteos que hicimos en las estaciones del subte. Esta fuerza no puede dispersarse ahora, es fundamental que esta nueva maniobra de la burocracia, y nuestra bronca de que sigan sin organizar un plan de lucha serio, sirva para mantener nuestra movilización, tomando la organización de los trabajadores desde las bases, como nuestro desafío indispensable para defender nuestros derechos, superar esa burocracia sindical y profundizar la crisis entre los de arriba, que fue uno de los factores importantes que llevó a la postergación de la votación. Las centrales dicen que ’si se fija la fecha de votación, Brasil se va a parar’, pero la única forma de que no se vengan con este nuevo ataque es mostrar nuestra fuerza con huelga y en las calles. No aceptemos ninguna tregua, profundicemos nuestra movilización en la base, para imponer un paro nacional y un plan de lucha que entierre la reforma previsional, pero que avance en la anulación de la reforma laboral y otros ataques".