Este lunes por la mañana, los trabajadores se encontraron con el anuncio del cierre de las 3 fábricas que la empresa tiene en Brasil. De qué forma: Mediante un aviso en la puerta de entrada de las instalaciones.
Martes 2 de abril de 2019 15:17
La multinacional es desde hace años responsable de la millonaria impresión de las pruebas del ENEM (Examen Nacional de Enseñanza Media, una prueba que ha creado el Ministerio de Educación en Brasil para evaluar, en primera instancia, la calidad general del nivel educativo secundario) y aún así alega no tener recursos para mantenerse en Brasil, dejando a cientos de trabajadores desempleados.
¿Dónde está la fortuna que Donnelley ganó con la impresión de la prueba Enem? Una pregunta sin respuesta en el anuncio pegado en la puerta de la empresa avisando el cierre de la fábrica. Fue con eso que cerca de 800 trabajadores de RR Donelley se encontraron esta mañana al llegar al trabajo en las 3 fábricas brasileñas, en Osasco, Barueri y Blumenau.
La forma en que la empresa multinacional despide a muchos trabajadores, que por años dedicaron sus vidas a este trabajo, ven hoy un papel que apenas aclara "... un análisis meticuloso de las finanzas de la empresa motivó nuestra decisión".
Esta misma situación ocurrió en Argentina, hace 5 años. En la mañana del 12 de agosto de 2014, en la puerta de entrada de la planta que la gráfica RR Donnelley tenía en Garín (ciudad ubicada en la gran Buenos Aires) apareció un cartel que anunciaba la supuesta quiebra de la empresa después de 22 años de actividad. El anuncio indicaba como única alternativa llamar a un número telefónico para reclamar la indemnización. En lugar de eso los trabajadores despedidos, hicieron una asamblea y decidieron ocupar la fábrica.
La fábrica sigue hasta hoy bajo la gestión de los propios trabajadores, con el nombre de Madygraf. No sin dificultades, al final el mercado gráfico también está retraído en Argentina. Es interesante notar que es con la crisis como justificación que la patronal de RR Donelley deja en la calle a centenares de familias, sólo para garantizar su rentabilidad. Frente a la crisis, a diferencia de lo que están haciendo los empresarios de Donnelley, los trabajadores de Madygraf bajo gestión obrera, mantienen la fábrica funcionando a partir de buscar todo el apoyo posible de la población. En 2015, por ejemplo, imprimieron 20 mil cuadernos que distribuyeron en colegios de la región, lo que retorna a la fábrica en forma de apoyo.
Como en Argentina, lo que los empresarios de RR Donnelley están haciendo hoy en Brasil es aprovechar las nuevas condiciones abiertas por el gobierno de Bolsonaro para avanzar sobre los trabajadores. La inexistencia de un Ministerio de Trabajo, por ejemplo, suena como música a los oídos de los patrones, que incluso se ven cada vez más en la libertad de violar las leyes laborales, en este caso cerrando la fábrica sin lo mínimo previsto por ley, que sería dar un aviso anterior.
Las centrales sindicales como la CUT que dirige miles de sindicatos en Brasil, o la Fuerza Sindical, que dirige el sindicato de gráficos de Osasco y Barueri, o la NCST que está en el sindicato de gráficos de Blumenau, deberían oponerse a todo esto. Deberían estar organizando en cada puesto de trabajo un plan de luchas contra los ataques al empleo, los despidos y los derechos. Pero hasta ahora han privilegiado la tregua con el gobierno.
El momento pide que esas centrales unifiquen a los miles de desempleados del país, con aquellos que están luchando para mantener sus empleos y todos los que rechazan las medidas de Bolsonaro, como la reforma previsional, pues sólo de esa unidad puede surgir una respuesta de los trabajadores a la crisis generada por los capitalistas.