A dos días de cumplirse un año del crimen arrestaron al supuesto asesino. El otro detenido por el crimen, reside en el mismo predio donde vivió Jair Bolsonaro.
Martes 12 de marzo de 2019 15:04
Un Policía Militar reformado, Ronie Lessa (48 años), y un ex policía, Elcio Vieira de Queiroz (46 años), fueron arrestados este martes como parte de la investigación por el caso de Marielle Franco, en Río de Janeiro, como sospechosos de participación en el asesinato de la concejala y del chofer Anderson Gomes. Las principales cabezas, los mandantes del crimen de hecho, no son reveladas por la investigación.
Lessa es acusado de ser el autor de los disparos que mataron a Marielle y Anderson, mientras Queiroz, fue acusado de ser el conductor del coche utilizado en el crimen. La acusación del Ministerio Público (fiscal) a los ejecutores es por doble homicidio calificado y por intento de homicidio de la asesora parlamentaria Fernanda Chaves, que también estaba en el coche con la concejala y el conductor.
Uno de los arrestados, Lessa, reside en el mismo predio donde vivió Jair Bolsonaro hasta asumir la presidencia. Según la investigación además Lessa habría hecho búsquedas regulares en Internet sobre qué lugares frecuentaba Marielle así como sobre Marcelo Freixo. El otro arrestado, Queiroz formaba parte de un esquema de corrupción policial cuando era seguridad en una casa de juegos ilegales en Río de Janeiro, además de aparecer en una foto al lado de Bolsonaro. Pero la principal pregunta aún está presente: ¿Quién mandó matar a Marielle?
Foto: Elcio Vieira de Queiroz, uno de los sospoechosos junto a Bolsonaro
El caso de Marielle Franco y Anderson Gomes es una herida abierta por un golpe institucional que llevó al reaccionario Bolsonaro al poder. Asesinados durante la intervención del Ejército en Río de Janeiro decretada por Temer. Hoy el actual presidente con la manipulación del poder judicial y su clan mantienen abierta la herida por su conexión con los milicianos envueltos crimen.
El Estado es responsable tanto por la muerte de Marielle, como por la ausencia de justicia completa sobre su asesinato, como pudimos ver con la investigación arrastrada y que sufrió innumerables obstrucciones, además de ser sigilosa para preservar a los mandantes. No será el poder judicial, cuyo autoritarismo fue un pilar central del golpe institucional y del avance de la extrema derecha, quien hará justicia por Marielle.
A casí un año del asesinato de Marielle y Anderson seguimos preguntándonos quién mandó matarlos, por eso exigimos verdad y justicia. Que sean presos todos los involucrados en un crimen que es político, que los políticos citados sean retirados de sus cargos.
Esto sólo puede ser conquistado a partir de un movimiento fuerte. Por eso, este jueves 14, en que se cumple un año del asesinato, resonará en las calles del país entero la revuelta, porque después de todo, aunque los sospechosos son arrestados, pero nos seguimos preguntando ¿quién mandó matar a Marielle y Anderson?
El camino para obligar a que el Estado realmente investigue y ponga a los culpables es la movilización. Sin embargo, al mismo tiempo que debemos seguir exigiendo que investigación y castigo al Estado, no podemos dejar solamente de los que tiene sus vínculos con el asesinato controlen los rumbos de las investigaciones.
Es urgente exigir que se garanticen recursos y todas las condiciones para la realización de una investigación independiente, proporcionando materiales, archivos a organismos de derechos humanos, expertos expertos comprometidos con la causa, y que parlamentarios del PSOL, representantes de organismos de derechos humanos, de sindicatos, de movimientos de favelas, etc, que sean parte de la investigación.
Es necesario construir una fuerte movilización para imponer al Estado una investigación independiente que llegue a los responsables políticos de la muerte de Marielle
