51 familias aún permanecen sin vivienda en Unquillo, luego del crimen social de las inundaciones en Sierras Chicas en 2015. Para hacer memoria colectiva y activa, organizaciones y pobladores convocan a un festival el próximo 15 de febrero.
Domingo 9 de febrero de 2020 18:02
“El 15 F aún nos duele” es lo que cada año y desde el 2015, en las Sierras Chicas de Córdoba, se replica. Y, en Unquillo en particular, son 51 familias las que hoy en el 2020 esperan que el Estado les de soluciones a la falta de vivienda que la inundación se llevó o dejó inhabitables.
NO fue un tsunami. Como señaló Agustina Baraz, autora del libro Bajo el Agua: “Luego de la inundaciones el gobernador De La Sota dijo que fue un tsunami que cayó del cielo” intentando amparase en un fenómeno de la naturaleza y desligándose de cualquier responsabilidad como jefe de gobierno.”
Trece muertos, viviendas y puentes destruidos. Las inundaciones del año 2015 fueron la cruda consecuencia de años de desmontes, de dejar la planificación urbana en manos de la especulación inmobiliaria, de la ausencia de planes de contingencia. A los pocos días, en la sesión de la legislatura, el oficialismo se negaría a debatir una ley de Emergencia Ambiental, propuesta del Frente de Izquierda. La legisladora Laura Vilches fue quien en ese momento definió estas inundaciones como “un verdadero crimen social, y no un tsunami”.
Sin embargo, cuando ya había trascurrido un año de las inundaciones y una nueva creciente se llevaba la vida de un joven, el gobernador Juan Schiaretticontinuaba lavándose las manos: “hubo medio siglo de improvisación (...) 50 años de falta de planificación no los vamos a solucionar milagrosamente.”
Pero no debemos creer que sólo hay improvisación. Ha sido una política de estado continua en la provincia de Córdoba permitir la especulación inmobiliaria y el avance de la frontera agro-ganadera a costa del bosque nativo. Las inundaciones y la degradación ambiental son solo una consecuencia secundaria de esta política, que no parece interrumpirse. A pesar de que la mayoría de la población cordobesa se opone a la modificación de la Ley de Bosques provincial (Ley 9814), esta política parece continuar: ya hay rumores de que este año se intentará nuevamente reducir las áreas prioritarias para la conservación establecidas por esta ley.
Cinco años sin respuestas
En Unquillo, son familias organizadas que esperan soluciones habitacionales, pero no han obtenido ninguna respuesta concreta por parte del intendente Jorge Fabrissin (de Hacemos por Córdoba y recientemente re electo). Desde el gobierno provincial de Juan Schiaretti, sus reclamos tampoco son atendidos. Las obras de construcción de las viviendas se encuentran paralizadas por la quiebra de la empresa contratista El Pórtico S.R.L.
Desde fines de junio de 2019, las familias comenzaron a juntarse y hacer conocer su situación al ver que todo seguía igual, visibilizaron la situación con el resto de lxs unquillenses, quienes sorprendidxs se enteraron por la situación que estaban atravesando estas familias. Entre las actividades realizadas por las familias afectadas para reclamar por su situación, en julio del año pasado unas 35 familias se juntaron frente a la Municipalidad de Unquillo dando a conocer la desesperación a la que están llegando. Ya habia trascurrido un año más en el que debieron vivir en las casas llenas de humedad, algunas sin ventanas, con niñxs enfermos, sin asistencia psicológica y en terrenos que la misma municipalidad determinó como inhabilitadas para construir viviendas, luego de la inundación. Ese día no fueron recibidas por el intendente, sólo se acercó una persona para preguntarles a qué iban.
Memoria activa
Para visibilizar el abandono en que se encuentran las 51 familias de Unquillo que aún esperan su vivienda y sensibilizar sobre la necesidad de un ordenamiento territorial participativo, habitantes, familias afectadas y organizaciones de las Sierras Chicas convocan al Festival 15F, Sierras Unidas por el Agua, en el Parque Integrador de Unquillo (ingreso sur) el próximo 15 de febrero a las 17:00 hs.
Reclaman poder participar y planificar un crecimiento para bienestar de la población y no para negociados inmobiliarios y mineros de unos pocos, que arrasando con el bosque provocan estos desastres ambientales. Durante estos 5 años los estados provincial y municipal han demostrado su incapacidad o falta de voluntad política para resolver problemas o tomar medidas preventivas. Ante estas ausencias y promesas incumplidas, la respuesta es hacer memoria colectiva y activa de las inundaciones de 2015 y para celebrar el trabajo comunitario de estos cinco años.