Presentamos a continuación la declaración hacia las elecciones en Brasil del Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT), parte de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional.
Viernes 5 de octubre de 2018 07:09
En estas elecciones marcadas por el autoritarismo del poder judicial, apoyado por los militares, desde el primer momento pusimos nuestra militancia en los lugares de trabajo y estudio, nuestras candidaturas y Esquerda Diario al servicio de denunciar las maniobras antidemocráticas de esta casta de jueces millonarios, a los que no eligió nadie, que impidieron a decenas de millones de personas poder votar a quien quisieran.
Defendemos de forma intransigente el derecho del pueblo a decidir a quién votar, a pesar de que nunca hemos dado y seguimos sin dar ningún apoyo político a Lula y al PT. Estas elecciones sellan la continuidad del golpe institucional iniciado con el impeachment a Dilma Rousseff, que fue profundizado por la detención arbitraria y el veto antidemocrático a la candidatura de Lula, a quien se le prohibió incluso el derecho a una entrevista, derecho que se concedió hasta a condenados por crímenes de lesa humanidad o traficantes conocidos internacionalmente como Fernandinho Beira Mar.
Las maniobras del poder judicial en cooperación con la corporación mediática Red Globo siguen en curso, como se vio con la filtración de la delación de Palocci tan solo unos días antes de las elecciones, a pesar de haber sido rechazada por el propio Ministerio Público Federal por falta de pruebas. Al mismo tiempo, las denuncias contra todos los políticos del neoliberal PSDB (partido de Fernando Henrique Cardoso) y la mafia que sostuvo al gobierno de Temer son descartadas o investigadas a pasos de tortuga.
Se trata de un poder judicial que tira a la basura los derechos elementales de defensa en su cruzada por beneficiar al capital imperialista (en disputa con las empresas nacionales beneficiadas por el BNDES), y que presiona por medidas de ajuste y la eliminación de derechos laborales del pueblo trabajador.
Podemos y debemos prepararnos para combatir todo tipo de maniobras hasta el final de las elecciones, incluyendo eventuales fraudes en las urnas, porque está claro que los jueces y militares consideran que están por encima del sufragio universal.
El golpismo le abre espacio a la extrema derecha
A pesar de que, como el propio Lula se enorgullece de decir, los empresarios y banqueros nunca ganaron tanto como durante los gobiernos del PT, el odio contra ese partido, diseminado por la operación Lava Jato y los grandes medios de comunicación, tuvo el objetivo de eliminar hasta el final hasta las concesiones precarias que se hicieron durante el último ciclo de crecimiento económico. Consideran que el PT, a pesar de los esfuerzos de Rousseff en aplicar medidas de ajuste en su segundo mandato, no es capaz de atacar las condiciones de vida y los derechos de los trabajadores a la altura de lo que los empresarios realmente necesitan para preservar y recomponer sus ganancias en medio a la crisis internacional.
Este odio diseminado por los golpistas es el responsable del fortalecimiento de la extrema derecha encabezada por Bolsonaro
Desde el primer momento, el MRT no sólo ha denunciado el carácter nefasto de esa extrema derecha que se vuelve cada vez más fuerte; sino que, sobre todo, ha advertido que no es posible enfrentarla y vencerla canalizando todas las fuerzas de la clase trabajadora, de la juventud y de los movimientos sociales hacia una estrategia puramente electoral y al servicio de un programa de conciliación con los capitalistas y golpistas "arrepentidos". La extrema derecha y los golpistas están dejando una y otra vez bien claro que no respetan ni siquiera las reglas de esta democracia burguesa degradada, y están dispuestos a pisotearlas para perseguir sus intereses.
Nuestras candidaturas y Esquerda Diario estuvieron y están al servicio de defender el único camino posible para enfrentar seriamente a la extrema derecha: el de la movilización independiente, exigiendo su organización a los sindicatos y movimientos sociales, levantando un programa para que la crisis sea pagada por los capitalistas.
Contraponemos al avance de las medidas autoritarias y reaccionarias, la propuesta de luchar por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana para que la voluntad de la mayoría explotada y oprimida se imponga sobre las maniobras, pactos y ataques golpistas
Por qué no apoyamos una política de voto al "mal menor"
Siempre hemos denunciado que el golpe institucional ha venido para pasar ataques más duros y más rápidos que los que el PT venía llevando adelante, y discutimos contra la estrategia del PT que mostró que no apuesta por la movilización independiente de los trabajadores y de la juventud en ninguna circunstancia. También dijimos que la política del PT de gobernar en alianza con la derecha y haciendo que los empresarios y banqueros ganasen como nunca antes, solo pudo convivir con algunas concesiones precarias durante los años de crecimiento económico. Sin embargo, cuando llegó la crisis económica, impuso ataques y fue responsable de la desmoralización de las propias bases sociales del PT. Estas vieron a sus direcciones históricas tomando en sus manos el programa de ajuste de la derecha neoliberal, al mismo tiempo que las direcciones sindicales petistas impidieron cualquier lucha mínimamente seria contra los ataques del "su gobierno".
El PT, coherente con esa política mientras estaba en el poder, apostó todas sus fichas a la estrategia electoral para volver al poder, como si con votos se pudiera "combatir" una ofensiva golpista, en lugar de poner su peso sindical al servicio de organizar un proceso de resistencia serio frente al golpe institucional, la detención del Lula y el veto arbitrario a su candidatura
Frente al golpe institucional, desde el MRT exigimos a la CUT, dirigida por el PT, y al resto de las centrales de trabajadores, que llevaran adelante un verdadero plan de lucha contra los golpistas y sus ataques, movilizando de manera redoblada las fuerzas que la clase obrera expresó de forma condensada el 28 de abril de 2017, durante la gran lucha contra las reformas de Temer. En las elecciones también dimos una batalla por el derecho de las personas a decidir a quién votar y en contra de la proscripción electoral de la candidatura de Lula, inclusive publicando una carta al PSOL para llevar esta posición a la justicia y a la televisión (en los espacios electorales).
La política que adoptó Dilma Rousseff en su segundo mandato, de llevar adelante ataques en un momento de crisis, es la consecuencia inevitable de la defensa por parte del PT de pagar la "sacrosanta" deuda pública que drena 1 billón de reales al año (casi la mitad de todo el presupuesto público federal), que provienen de impuestos pagados por la población y van a los bolsillos de un puñado de inversores millonarios.
En la actualidad, esa política histórica del PT tiene continuidad en las alianzas que ya ha hecho con golpistas de todo tipo para debilitar a sus adversarios electorales y conseguir apoyos en los distintos estados. También se ve en la política de la candidatura de Haddad hacia un pacto con sectores golpistas y empresariales para ganarle a Bolsonaro en la segunda vuelta y buscar "gobernabilidad" frente a un eventual triunfo. Una política que, si se efectúa, llevará a un nuevo gobierno que llevará adelante ataques aún mayores que los de Dilma en su segundo mandato, ya que además de comprometerse con ajustes fiscales en pos de un gobierno de coalición, será permanentemente condicionado por el golpismo del poder judicial , de los militares y de una extrema derecha fortalecida con cada vez mayor poder militante en las calles.
Por su parte, Ciro Gomes, a pesar de su demagogia más "nacional-desarrollista", mostró su verdadera cara cuando buscó hacer una coalición electoral con el DEM, principal partido de centroderecha, y el "gran centro" (constelación de múltiples partidos pequeños del centro político), y terminó eligiendo como vice a la líder latifundista Kátia Abreu, además de que, al igual que el PT, defiende como "sacrosanto" el pago de la deuda pública.
Nuestras candidaturas y Esquerda Diario, que llegó a 2 millones de accesos en los últimos treinta días, estuvieron y están al servicio de hacer este llamado: fortalezcamos una izquierda que se prepare seriamente para lo que está por venir
Si gana Bolsonaro será un salto de calidad en el golpismo contra los trabajadores y el pueblo, y si gana Haddad su gobierno, en lugar de cumplir con las promesas demagógicas que está haciendo, va a aliarse con golpistas para llevar adelante ajustes y estará fuertemente condicionado por el poder judicial, los militares y la extrema derecha en las calles. Por eso, tenemos que prepararnos para la lucha de clases, para construir corrientes de combate en el movimiento obrero y estudiantil que sean una alternativa a la impotencia de la burocracia sindical cutista / petista y que organicen una resistencia seria a los ataques que están por venir.
Voto crítico a la candidatura presidencial del PSOL
El MRT llama al voto crítico a la candidatura del PSOL de Guilherme Boulos y Sônia Guajajara porque es un partido que oficialmente se posicionó en contra del golpe institucional, contra la prisión arbitraria de Lula y contra el veto a su candidatura, al mismo tiempo que desde el punto de vista electoral se mantuvo separado del PT.
Acompañamos la experiencia de trabajadores y jóvenes que por eso ven al PSOL como la única alternativa política actual a la izquierda del PT, partido que es la gran referencia de masas de los trabajadores hasta hoy. También consideramos importante que el PSOL haya concedido la filiación democrática para que una organización revolucionaria como el MRT tenga candidatos con total libertad de crítica.
Sin embargo, señalamos claramente que si el PSOL mantiene la posición expresada en la firma de los Manifiestos “Unidad para reconstruir Brasil” y “Por un frente parlamentario comprometido con la reconstrucción y el desarrollo de Brasil” con el PT, PCdoB, PDT y PSB, puede terminar siendo base parlamentaria de un gobierno del PT que, como explicamos más arriba, llevaría adelante ataques aun más duros que los realizados en el segundo mandato de Dilma, ya que en esos Manifiestos apoyan un programa de reformas capitalistas que incluye la llamada “responsabilidad fiscal” (o sea, la restricción de gastos en servicios públicos y el pago de la ilegal y fraudulenta deuda pública) y se comprometen a ser parte de un frente parlamentario de conciliación con partidos burgueses después de las elecciones con ese programa que es opuesto a que sean los capitalistas los que paguen la crisis.
Durante el proceso electoral también realizamos críticas al PSOL por no defender el no pago de la deuda pública, por la lucha contra el veto a la candidatura de Lula y su programa sobre la “seguridad pública”, que pueden leerse en Esquerda Diário.
Comprendemos que algunos sectores de trabajadores y jóvenes quieran anular el voto en rechazo a esta elección manipulada por el poder judicial golpista, pero no acordamos con quienes adoptan el voto nulo como una negación de la política o igualación de las candidaturas.
No consideramos la posibilidad de llamar a un voto crítico al PSTU por tratarse de un partido que apoyó el golpe institucional y la prisión de Lula.
Por una izquierda que apueste a la movilización de los trabajadores, de las mujeres, de los negros y de la juventud contra el golpismo y la extrema derecha, para que la crisis la paguen los capitalistas
Solo con un programa anticapitalista y antiimperialista, apostando a la movilización independiente de los trabajadores, las mujeres, los negros y la juventud, podemos hacer que los capitalistas paguen por la crisis, lo que solo podrá darse en forma completamente independiente del PT y de la burocracia sindical petista en el movimiento sindical, estudiantil y popular, construyendo corrientes que sean una alternativa de dirección combativa y clasista para los sectores que quieren dar un combate consecuente contra el golpe institucional y la extrema derecha.
Defendemos un gobierno de los trabajadores de ruptura con el capitalismo, pero como muchos trabajadores aun tienen ilusión en el régimen democrático burgués, hacemos una propuesta de emergencia al movimiento de masas: luchar por imponer la institución más democrática que se puede concebir dentro de la democracia representativa, una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, que debata el conjunto de los problemas estructurales del país y avance hacia medidas como el no pago de la deuda pública, la reestatización bajo gestión de los trabajadores y control popular, de todas las grandes empresas estratégicas como Petrobras, Eletrobras, los servicios de agua y transporte, que pasen a tener licitaciones públicas transparentes y controladas por la población, revocatoria de todos los ataques de los gobiernos anteriores, contra los privilegios de sus políticos y jueces, y otras demandas.
Esta fue la política que defendimos desde las candidaturas del MRT a diputados, con Diana Assunção, Maíra Machado y Marcello Pablito en San Pablo, Flávia Valle en Minas Gerais y Val Muller en Rio Grande do Sul, llegando con mayor fuerza con nuestras ideas en Esquerda Diário, que alcanzó los 2 millones de lectores en 30 días, contribuyendo a la construcción de una alternativa que supere el PT por izquierda contra el golpismo institucional y la extrema derecha.