Con la presencia de Tarcísio de Freitas en el Gobierno de San Pablo será un punto de aglutinación de la extrema derecha bolsonarista.
Domingo 30 de octubre de 2022 20:32
A pesar de todos los escándalos en la recta final de las elecciones, como el ataque de la bolsonarista Carla Zambelli contra un hombre negro o del exdiputado Roberto Jefferson disparando a la Policía cuando lo iba a detener, el bolsonarista y ultrarreaccionario Tarcísio de Freitas ganó la gobernación del Estado de San Pablo por el 55,34% de los votos contra el 44,66% de los votos de Fernando Haddad del PT.
Durante la campaña, Tarcísio defendió abiertamente al gobierno de Bolsonaro en el tema de la pandemia. Mintió cuando dijo que Bolsonaro no era antivacunas y cuando dijo que Bolsonaro no se burlaba de las víctimas del covid. Y peor, avaló como ministro de infraestructura de Bolsonaro cada uno de los delitos de este gobierno en la gestión de la pandemia.
Como la mayoría de los políticos del partido republicanos (aliado a Bolsonaro), Tarcísio intentó enmascararse con un discurso modernizador, pero es difícil ocultar que representa una continuidad con lo más conservador y reaccionario de la política brasileña y paulista. El discurso basado en las obras y la seguridad pública es un viejo conocido y tiene raíces profundas en la política paulista.
Pero, sin embargo, Tarcísio no tiene el mismo apoyo de las estructuras de poder arraigadas en los altos mandos de la policía paulista y puede tener grandes dificultades para estabilizar su gobierno en relación a las estructuras tradicionales de poder en el estado.
El partido Republicano, recordemos, es un partido fundado por líderes fanáticos y obispos de la Iglesia Universal del Reino de Dios y que ya cobijó y aún alberga nombres deleznables como el del vicepresidente de Bolsonaro “General Mourão”, acérrimo partidario de la dictadura militar, Flávio y Carlos Bolsonaro, Celso Russomanno, Marcelo Crivella, Edir Macedo y Marcos Feliciano y Douglas García, conocido por hostigar a los docentes. Estos nombres ya dan una buena idea de lo que defienden los republicanos y en consecuencia sus miembros, como Tarcísio de Freitas, pero vale la pena destacar además su machismo y racismo, además de la defensa intransigente de las reformas ultraneoliberales y los ataques, como insistió en decir varias veces en los debates con la defensa de la privatización de Sabesp (empresa de aguas y saneamiento), entre otras empresas estatales.
Por si fuera poco, Tarcísio es capitán retirado y uno de los miembros del Ejército, que se enorgullecen de haber trabajado en la misión de la ONU en Haití durante los gobiernos del PT, que para los haitianos no significó más que violencia, opresión y explotación. Su experiencia en las tropas brasileñas que ocuparon Haití, en una misión ordenada por Estados Unidos, estuvo muy presente en la campaña electoral de este capitán retirado del Ejército. Es con esta visión que Tarcísio ahora quiere gobernar San Paulo y encabezar una de las fuerzas policiales más asesinas del mundo. No en vano, dijo en uno de sus anuncios electorales que “la experiencia de confrontación en Haití, en cierto modo, nos ayuda a ponernos en la situación del policía que está todos los días en la calle enfrentando el crimen”.
Esto confirma su completo alineamiento político e ideológico con Bolsonaro y el bolsonarismo. Nunca ocultó a su padrino político y protagonizó numerosos discursos que evidencian su fundamentalismo religioso, su aversión a lo que llaman “ideología de género” para referirse a su machismo y LGBTfobia. Al inicio de su campaña, en una iglesia evangélica pidió “que Dios libere al país de la ideología de género”, por lo que está en contra de la enseñanza sexual en las escuelas, en una realidad donde vemos a decenas de miles de mujeres y niños violados cada año, y en el que la mayoría de los abusos se dan contra niñas de hasta 14 años y mujeres negras.
El gobierno de Tarcísio de Freitas en São Paulo será sin duda un gobierno de privatizaciones y ataques a la vida de los trabajadores y jóvenes, contratos con grandes constructoras y una fuerte base bolsonarista.
Como señala Esquerda Diario, parte de la red internacional La Izquierda Diario "Ahora urge organizarnos para enfrentar a Bolsonaro, al bolsonarismo - representado en figuras reaccionarias como la de Tarcísio de Freitas. São Paulo alberga los sindicatos más grandes del país, estratégicos para organizar la lucha contra la extrema derecha. Para ello es necesario que la CUT y la CTB organicen un plan de lucha desde la base, para que los trabajadores puedan entrar en escena, poniendo sus métodos de lucha como las huelgas, junto con las demandas de las mujeres, negros, indígenas, LGBT para enfrentar al bolsonarismo, ahora encarnado en la figura de Tarcísio.