Los trabajadores migrantes de recolección de residuos irrumpieron en la escena de la lucha de clases en el Líbano, a pesar del sistema de semi-esclavitud en el que se encuentran. Luchan por sus derechos y su dignidad.
Viernes 22 de mayo de 2020 15:36
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A fines de abril, los trabajadores migrantes de la empresa de recolección de residuos Ramco en el Líbano comenzaron un enfrentamiento contra la administración de la empresa. Reclaman el pago de sus salarios en dólares estadounidenses, según lo estipulado en su contrato, y no en libras libanesas totalmente devaluadas. También luchan contra los malos tratos que sufren diariamente por parte de la empresa debido a su condición de migrantes sujetos al sistema "kafala", donde el derecho de residencia solo existe por su relación con un empleador.
Ramco, que ganó un contrato de cinco años para hacerse cargo de la recolección de basura en Beirut, emplea a alrededor de 400 trabajadores, entre ellos 250 bangladesíes, el resto compuesto por trabajadores indios, sirios y libaneses. Según la compañía, su salario es de alrededor de 400 dólares al mes. Sin embargo, el Líbano atraviesa una profunda crisis económica y su moneda se ha devaluado fuertemente. En este contexto, Ramco comenzó a pagar a sus empleados en moneda local y no en dólares estadounidenses. Esto provocó insatisfacción, especialmente entre los trabajadores migrantes que necesitan ser pagados en dólares para poder enviar ayuda financiera a sus familias en sus países.
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La compañía dice que paga el equivalente de los salarios en libras libanesas. Pero los trabajadores denuncian el hecho de que sus salarios en libras corresponden a una tasa de cambio subvaluada: 1,515 libras por 1 dólar, mientras que la tasa en el mercado es de 4,200 libras por 1 dólar.
Así es como los trabajadores migrantes de Ramco, principalmente los de Bangladesh e India, se declararon en huelga para exigir sus salarios. También denuncian la decisión de la compañía de pagarles sólo una parte del salario, siguiendo las medidas de contención adoptadas por el gobierno libanés. Entonces, en lugar de recibir el pago 26 días al mes, solo obtienen el equivalente a 13 días. Por lo tanto, exigen salarios completos durante el período de confinamiento.
Otra razón por la que los trabajadores extranjeros luchan es la denuncia de violencia y tortura a un empleado. Según varios trabajadores entrevistados por diferentes medios, el 8 de abril, Enayet Ullah, un empleado con problemas psicológicos, estuvo encerrado durante tres días en las instalaciones de la empresa, donde fue sometido a tortura física y psicológica. "Fue golpeado tan despiadadamente que incluso nosotros quedamos impactados” , dijo un trabajador a Al Arabiya.
Riot police "trying to contain a riot" when in fact this is the riot police attacking migrant workers.
Migrant workers in 'Ramco' company did not stop collecting our trash in #Lebanon since the beginning of #Covid_19 pandemic. They are demanding fair pay in USD. pic.twitter.com/JV468yjyZR
— Luna Safwan - لونا صفوان (@LunaSafwan) 12 de mayo de 2020
La compañía, así como la embajada de Bangladesh (que está tratando de poner fin a la huelga junto a Ramco), niegan estos informes de tortura. Sin embargo, lo que no pueden negar es la represión policial contra los trabajadores la semana pasada cuando bloquearon la puerta principal de Ramco en Beirut, evitando que los camiones salieran.
A pesar de esta represión, la determinación de los trabajadores se ha mantenido intacta y hacen frente a la empresa. Pero esta no es una simple huelga. Se trata de una huelga histórica: según la Agenda Legal de las ONG libanesas, esta huelga es quizás la primera de su tipo y podría marcar un "punto de inflexión" para los trabajadores migrantes en el país.
De hecho, en el Líbano, los trabajadores migrantes están sujetos al sistema "kafala" que vincula directamente el derecho de residencia de los trabajadores extranjeros a su jefe. Los trabajadores migrantes también están excluidos del Código Laboral del Líbano. Pero la fuerza colectiva de la huelga está demostrando que cuando los trabajadores actúan juntos, la legislación represiva no puede hacer nada y, en última instancia, es el equilibrio de poder el que decide el destino del conflicto.
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Esta huelga también es importante porque tiene lugar en un período de ebullición en la vida social libanesa. De hecho, desde octubre pasado, el país se ha visto atravesado por manifestaciones contra la pobreza, la corrupción de los partidos políticos y contra el régimen vigente; pero en las últimas semanas, luego del empeoramiento de la situación económica, las manifestaciones se han vuelto más radicales. En este contexto, la resistencia de los trabajadores de Bangladesh e India en Ramco solo podía alentarse. Como podemos leer en The New Arab , "inspirados por la revolución de octubre" en el Líbano, los trabajadores de Bangladesh corearon "Zaura", que significa revolución en árabe. Una palabra que ha resonado en todo Oriente Medio durante una década".
Esta lucha también tiene lugar en un contexto en el que, en varios países de la región, especialmente en aquellos del Golfo Pérsico, donde la mano de obra extranjera está sobreexplotada y la mayoría en el sector privado. Los empresarios y los gobiernos utilizan un antiguo mecanismo que es del enfrentar trabajadores contra trabajadores. Los trabajadores migrantes son utilizados en este caso como los "chivos expiatorios” para culparlos de la crisis económica.
Hasta el momento, la sobreexplotación de los trabajadores migrantes se ha presentado como un diferencial entre para mantener los "privilegios" de los trabajadores nativos; una especie de pacto ultra reaccionario entre las clases dominantes y las poblaciones locales.
Ahora, ante la crisis y el aumento del desempleo, están tratando de presionar a los trabajadores "nacionales" para que ocupen los puestos de empleados extranjeros, o sea presionando para bajar el costo laboral. Esto es lo que el CEO de Ramco entendió cuando dijo que "quizás se abrirán nuevos puestos para los ciudadanos libaneses, muchos de los cuales necesitan esta oportunidad más que nunca ".
La huelga de los trabajadores de Bangladesh e India en Ramco es, en este sentido, una muy buena noticia, una esperanza en el reaccionario mundo post-Covid que los capitalistas quieren construir. Una victoria para los huelguistas de Ramco podría tener importantes consecuencias no sólo para los trabajadores migrantes en el Líbano y para los trabajadores libaneses, sino en toda la región.