La Izquierda Diario habló con el Dr. Carlos Marcelo García, docente de la UNC, Investigador del CONICET y Director del Centro de estudios y Tecnología del agua. Reproducimos aquí parte de sus definiciones.
Martes 24 de febrero de 2015
"Hay 3 aspectos para analizar este evento que se ha dado en las Sierras Chicas. Una es la parte hidrometrológica. Ver cuán frecuente fue la lluvia que ha ocurrido y que dio origen a todos los procesos que ocurrieron en esa zona. Una vez que uno estimó cuán frecuente es la lluvia, después hay que empezar a ver qué efectos generó esa lluvia, es decir cuál es la caudal que se generó por esa lluvia en las distintas cuencas y eso va a depender de cómo encontró la cuenca esa lluvia. El tercer tema es cómo es caudal que se generó, al ir escurriendo por los cauces. Se ha encontrado con que se ha edificado sobre los cauces o se ha reducido la sección de paso del agua y, obviamente, esos caudales tenían que pasar por la sección y generaron muchísimo daño.
En cuanto al primer aspecto se puede decir que la lluvia fue un evento extraordinario que no ocurre anualmente. Un evento ordinario ocurre todos los años. Este ha sido extraordinario. En Córdoba hay un estudio histórico de lluvias que indican que este evento, con un promedio de duración de entre 12 y 24 horas, tiene una posibilidad de ocurrencia menor a una vez en cien años, incluso mucho mayor que eso.
Ese evento extraordinario ha sido muy cercano a los valores límites que se pueden estimar para esa zona. En base a la información histórica uno estima cuál podría ser la lluvia límite que se podría esperar para una región. Lo que ha caído en las Sierras Chicas es aproximadamente un 75% de esa lluvia máxima que uno puede esperar.
Obviamente, el segundo aspecto, el de los caudales, también ha sido extraordinario. Lamentablemente no hay datos. Lo estamos tratando de estimar pero han sido muchísimos más grandes que los caudales que tienen los distintos arroyos.
Dos aspectos se pueden discutir sobre la urbanización. El principal efecto de la urbanización es que acelera los tiempos de los caudales. Los caudales máximos corren más rápido. El otro efecto es que, después de que pasó el evento, los niveles vuelven al nivel anterior porque la cuenca no se infiltra.
Obviamente la cuenca tiene una presión de urbanización importante pero algo que nos hace replantearnos si todo es efecto de la urbanización es que aún ahora, a varios días de que pasó, los niveles de los ríos estás elevados. Eso indica que se ha infiltrado agua en la cuenca. Primero porque es una lluvia de larga duración y eso permite que se infiltre mucha agua en la cuenca. Esa agua que se filtró es la que permite que, todavía después de tantos días, estén los niveles altos.
Obviamente hubo un efecto de urbanización que hay que determinarlo, pero debido a lo extraordinario del suceso, yo creo que se han producido procesos hidrológicos en toda la cuenta. Se ha logrado una gran infiltración.
Con respecto al último aspecto que es el de las velocidades de flujo, obviamente la pendiente de la zona de montaña genera que la velocidad de escurrimiento sea muy grande. Nosotros hemos estado haciendo estudios de las velocidades límites para arrastrar personas o vehículos. Las velocidades que ocurrieron están por encima de todos esos límites. Las velocidades que nosotros vamos a calcular ahora no van a servir a la población en este instante. Pero van a servir a futuro para calcular velocidades y preparar protocolos de evacuación ante hechos similares."