Dando curso a una presentación de familias y docentes patrocinadas por el CeProDH, una jueza de La Plata dictaminó que la Gobernación debe responder con carácter urgente ante denuncias por falta de entrega e insuficiencia alimentaria en escuelas bonaerenses.
Miércoles 1ro de abril de 2020 20:52
Cada minuto que pasa, la situación en los sectores populares y en las barriadas más pobres se vuelve más acuciante y los bolsones de alimentos distribuidos a través de los comedores escolares por única vez para más de 15 días de cuarentena resultan completamente insuficientes y poco saludables.
"Mientras el hambre se agrava en la Provincia, el gobernador Kicillof paga millones a los bonistas especuladores y destina enormes recursos para militarizar los barrios junto al Ministro Berni, tristemente célebre por ser responsable de numerosos casos de represión y violencia policial" declaró Claudio Dellecarbonara, trabajador del Subte, miembro de AGTSyP y diputado del FIT en la Provincia de Buenos Aires.
La comunidad educativa padece un servicio deficitario en los comedores escolares, con viandas y alimentos insuficientes en cuanto a los valores nutricionales necesarios recomendados para cada etapa de crecimiento. Esto se profundiza actualmente por la emergencia sanitaria provocada por la expansión de la pandemia del COVID-19.
Según la OMS, la salud es definida como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad. La realidad por la que atraviesa la sociedad internacional lejos se encuentra de aquella definición. En nuestro país, a la emergencia alimentaria declarada con anterioridad al inicio de la pandemia, se adiciona la emergencia sanitaria estando ambas cuestiones estrechamente relacionadas en virtud de lo que la propia OMS define como “salud”.
Así es que diversos trabajos médicos abordan la estrecha relación entre una correcta nutrición en las etapas de crecimiento para poder contar con un aparato inmunológico que dé respuesta a los agentes de contagio como virus y bacterias. Si bien al momento no existe tratamiento alguno para el COVID-19 el Estado debe reforzar no sólo lo que hace a las cuestiones sanitarias sino a las nutricionales de miles de niños, niñas y jóvenes que dependen casi exclusivamente de los alimentos provistos por los comedores escolares en el ámbito provincial.
El catastrófico pero nada improbable escenario de una crisis sanitaria no hace más que acrecentar la necesidad de que el Estado tome medidas urgentes ante la deficiente alimentación de miles de niños, niñas y adolescentes en la Provincia. En efecto, ante las deficiencias denunciadas el gobierno provincial vulnera los derechos humanos a la alimentación saludable y a la salud de miles de niños, niñas y adolescentes que asisten a los comedores escolares.
"En este contexto, a su vez, ha aumentado la cantidad de niños y niñas que requieren la provisión de alimentos por parte de los comedores escolares para obtener la nutrición indispensable, ya que muchos padres y madres ha visto afectados sus fuentes de ingresos producto de la cuarentena y se les hace cada vez más difícil cuando no imposible garantizar el alimento para el conjunto del grupo familiar" puntualizó Dellecarbonara..
Concretamente, la medida cautelar autónoma requiere con carácter URGENTE que el Estado Provincial: 1) garantice la provisión suficiente de bolsones de alimentos que se distribuyen por niño en comedores escolares y que los mismos contengan alimentos de calidad que provean una necesaria nutrición para el grupo etario en cuestión, estableciendo claramente días y horarios de distribución y entrega; 2) Se ordene que se arbitren las medidas necesarias, en coordinación con los Consejos Escolares de cada municipio, para garantizar que los alimentos saludables sean elaborados y entregados en perfectas condiciones de salubridad e higiene; 3) abra el listado para incorporar más beneficiarios de los bolsones de alimentos ante la emergencia alimentaria y sanitaria abierta con la pandemia de COVID-19; 4) Por último, se otorguen además elementos de higiene y limpieza necesarios para el cuidado y prevención de enfermedades.
En este sentido, Carolina Daglio, docente de La Plata firmante de la medida judicial e integrante de la Agrupación Docente La Marrón dijo: “Es urgente que se destine presupuesto para garantizar que llegue la comida a los comedores escolares. En algunas escuelas van más de 15 días en los que no envían nada y las familias están en situaciones críticas. La mayoría de ellos tienen trabajos informales y viven el día a día. Las respuestas tienen que ser más rápidas y acordes a la situación. Tienen que aumentarse los cupos, los bolsones tienen que tener alimentos saludables y de higiene necesarios”
A raíz de esta presentación, la jueza María Ventura Martínez a cargo del Juzgado en lo Contencioso Administrativo N° 4 de La Plata dictaminó que: “atendiendo a la índole de los derechos involucrados (Conf. art. 14, 14 bis, 16, 17, 28, 31, 75 inc. 22, 23; Declaración Universal de los Derechos Humanos, Convención Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, Convención sobre Derechos del Niño y jurisprudencia concordante), la compleja situación sanitaria que atraviesa el país, y toda vez que el presente juzgado se encuentra en turno (conf. acuerdo SCBA n° 3963/19), corresponde habilitar los términos procesales, a fin de tramitar la presentación”.
Es así que la Provincia de Buenos Aires debe responder a la brevedad en el plazo de cinco días, además se le dio intervención a la Asesoría de Incapaces y se declaró el proceso de incidencia colectiva por lo que pidiéndose al Registro Público de la Suprema Corte.
Facundo Arata, docente de Berisso firmante de la demanda e integrante de la Agrupación La Marrón expresó con relación a lo que pasa en las escuelas y con las familias: "Durante la semana anterior muchos compañeros docentes nos hemos ofrecido a repartir bolsones de comida, esto dio por culminada la actividad en las escuelas. Los comedores antes de esta medida también se vieron afectados, en la zona donde trabajo fueron mermando sus actividades llamativamente. Remarco esto último porque desde las escuelas no se alentó para que los pibes sigan concurriendo al comedor, tampoco se propuso como medida alternativa, por ejemplo que vengan a buscarse la comida hecha y se la lleven a sus casas. También se notó una racionalización "de guerra" con la producción de comida, al punto tal que durante esa semana el sobrante lo pasaban a buscar desde SAE y se lo llevaban. Los contaban: Un bolsón por grupo familiar. Esto también quiero remarcar: Si un pibe tenía un hermano que también iba con él al comedor solo recibía, esa familia, un bolsón.
Cuando cerraron los comedores, empezaron a aparecer los padres angustiados porque ya no les quedaba mucho. Están preocupados porque lo que recibieron de mercadería no alcanza para una semana. Por supuesto, no hay que ser necios. Si antes no alcanzaba ahora la situación es más aguda porque se cortó el trabajo".
Al día de hoy, los comedores escolares no recibieron la segunda entrega de bolsones de alimentos, de la que depende la alimentación diaria de miles de niños, niñas y jóvenes, por eso este reclamo tiene tanta fuerza y cada día se conocen más denuncias. El hambre no puede esperar