Con el argumento de montar una “posta sanitaria”, realizaron intervenciones, cambiaron cerraduras, y colocaron un cartel de la Municipalidad de Ensenada en la sede de la Junta Comunal del barrio Cabezas, a pesar de que hay un Hospital a cuatro cuadras y un centro de salud a seis.
Sábado 23 de enero de 2021 19:56
Un poco de historia
En pocas horas se cumple otro aniversario del asesinato del periodista José Luis Cabezas a manos de una banda policial, comandada por el poderoso empresario Alfredo Yabrán. Esto sucedió el 25 de Enero de 1997.
En aquel momento, el barrio que lleva su nombre –ubicado en el límite triple de los municipios de la Plata, Berisso y Ensenada-, comenzaba a tomar forma con las primeras casitas, gracias al trabajo en común de vecinas y vecinos.
Como refiere el periodista Gabriel Michi, compañero de José Luis Cabezas en un reportaje realizado por Perfil:
“Cabezas se convirtió en un símbolo de la lucha contra la impunidad y los homenajes aparecieron por toda la Argentina. Estos vecinos que comenzaban a levantar sus humildes viviendas decidieron que la incipiente barriada lleve su nombre. Un recordatorio construido por gente muy humilde y trabajadora que surgió de las propias entrañas y compromiso de la cultura popular y que permaneció en el tiempo hasta hoy”.
Levantado por familias trabajadoras en su mayoría migrantes peruanas, el sello de origen del barrio es la solidaridad, plantarse fuerte ante la injusticia, y una enorme dignidad.
La organización en Juntas comunales es una sana tradición que ha sobrevivido por generaciones. Es la manera de organizar la vida, resolver las necesidades, compartir los festejos, y decidir cada cosa que se hace o no se hace.
Seguramente, fue esta unidad la que ayudó a resistir la discriminación de los inicios, allá por los años ’90 (y también la actual), aguantar la inundación del 2013 que llegó hasta los techos, los incendios reiterados de casas, y mantener en pie familias de laburantes relegados a los trabajos más precarios, por el sencillo hecho de ser migrantes.
Al día de hoy, este barrio no tiene derecho al agua potable. Solo luego de mucho reclamar, y después de más de 25 años, a principios de 2021 ABSA se avino a colocar un caño algo más grueso que una manguera para riego, para que en pleno rebrote de la pandemia salga un hilo de las canillas.
Hace algunos días, un vecino relataba: “nosotros hicimos todo el trabajo previo. Construimos las casas y las mejoramos todo lo posible, mantenemos limpio, tendimos las luminarias públicas, mejoramos la calle todo lo que pudimos. Creemos que ha llegado el momento en que merecemos tener una vida con más dignidad. Hay al menos dos generaciones que han crecido en el Barrio: nuestros chicos muchos son profesionales o estudian en las facultades. Tenemos enfermeras, abogados, y gente que es muy buena en todos los oficios. No estamos pidiendo nada, sino que ya es hora, después de tanto esfuerzo tenemos que tener el derecho de vivir mejor”.
El Centro Comunal
Frente a las alertas sobre las maniobras de la Municipalidad de Ensenada para convertir el Centro Comunal en algo que no es, conversamos con vecinos del Barrio Cabezas.
-Qué significa para Uds el Centro Comunal?
-¿Cuándo comenzó su construcción, y cómo se desarrolló desde ese entonces?
Eso hizo que a veces los vecinos no puedan aportarle más al local, y durante muchos años haya estado detenido su crecimiento. Recién hoy en día se estaría terminando la primer parte.
-Cómo lo pensaron, y qué usos se le dió
Siempre tuvo un uso social, aunque también solidario, porque se han hecho actividades ahí recaudatorias, para gente que estaba enferma, o necesitada, o gente que se le había prendido fuego la casa, y despertó la solidaridad del barrio.
Actualmente se están haciendo todas las actividades de autogestión del barrio, desde que está la Junta Provisoria. Ya sea las reuniones de la Junta, ya sean las donaciones que se reciben, los trabajos por los días que se celebran, las jornada de trabajo, los materiales q se compran, la biblioteca que se está formando, las campañas de vacunación, las campañas de serología por el tema del covid, y todo tipo de actividad que tiene el barrio pasa por el local comunal.
¿Cómo cayó el anuncio de la Municipalidad de no contar más con un Centro propio?
De buenas a primeras apareció pintado, cambiaron las cerraduras y pusieron las rejas. Después se charló con los vecinos, los vecinos se expresaron en contra, con cierto enojo. Acerca básicamente del color que se había pintado, que claramente era un color partidario de la gestión de la Municipalidad, y del cartel. Después ya se entró en conversaciones con representantes de la Municipalidad
-¿Qué proyectos tenían planteados encarar con base en el Centro Comunal?
Eso, y todo tipo de actividades q le diesen algún resultado positivo al barrio. De hecho, las jornadas se están llevando a cabo en el local comunal: todas las jornadas, previstas por el ministerio de salud o los municipios se están llevando a cabo en el local. Y esto sumado a todo lo que nosotros teníamos proyectado.
También las clases de apoyo por dictados por miembros de la facultad de exactas, ellos se habían comprometido a dar clases de apoyo cuando los protocolos lo permitan, también ya hay un par talleres de oficio y hay profesores que están dispuestos a empezar con esas cursadas.
-¿En lugar de poner una posta sanitaria habiendo un Hospital y un Centro de Salud, ambos a menos de 10 cuadras, cuáles son las necesidades del Barrio a las que el Estado debería atender?
El agua es ilegal a pesar que tuvimos un acercamiento y ha habido una mejora con ABSA, pero no es un servicio, es una instalación ilegal. Lo mismo la instalación eléctrica. Hay un tendido eléctrico pero muy precario. Nos rodean los caños de gas, pero acá adentro no hay servicio de gas natural. Todo eso hace falta entre otras cosas. Y también alumbrado público, mejoramiento de las calles. Todo eso hace falta, pero todo eso depende de los títulos de propiedad. Y los títulos de propiedad están a voluntad del municipio, asi que por ese lado estamos estancados