La afirmó el general del Ejército Walter Braga Netto, que comanda la intervención en Río de Janeiro dispuesta por el gobierno golpista de Temer.
Martes 27 de febrero de 2018 16:17
Este martes, el interventor federal en Río de Janeiro, el general Braga Netto, realizó sus primeras declaraciones a la prensa desde que ocupa ese cargo. De sus frases la que más repercutió fue "Río es un laboratorio para Brasil", dejando explicitas las intenciones del gobierno golpista de Temer.
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Bajo el pretexto de, un supuesto combate contra un cuadro de violencia descontrolada, se decretó la intervención federal. La actuación de las tropas del Ejército en el área de seguridad del estado no es una novedad, de hecho los militares ya han actuado otras 29 veces en el intervalo de 2010 a 2017 bajo el mecanismo de las GLO (garantía de ley y orden).
La gran innovación del decreto, del gobierno golpista, está en la escalada de autoritarismo que impone. La utilización de ese dispositivo constitucional, la intervención, es algo sin precedentes dentro del contexto de la constitución. Al interventor se le conceden superpoderes, reportando sólo directamente al presidente, y sin estar sometido ni siquiera a las leyes estatales de Río de Janeiro. De hecho, en la práctica, Río de Janeiro pasa a tener dos gobernadores, uno en el aspecto seguridad y otro para los demás temas.
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Como si no bastaran todos esos poderes asegurados por el decreto, desde diversos sectores de la cúpula militares demandan garantías para su actuación. Además el gobierno buscó imponer el uso de órdenes colectivas de registro y detención, una aberración jurídica que Raúl Jungmann, ahora ministro Extraordinario de Seguridad Pública intentó forzar pero se vio obligado a retirar.
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La intervención es severamente cuestionada por organizaciones civiles alertadas por los excesos cometidos por el Ejército en anteriores experiencias en favelas de Río de Janeiro. La Defensoría Pública de Río acusó a los miembros del Ejército que participaron en los "fichajes" de violaciones a los derechos humanos y recordó que "la percepción de seguridad necesita venir acompañada de la preservación del estado democrático de derecho".