El gobierno de Temer mintió al decir que la reforma laboral aumentaría el empleo. En noviembre comenzó a regir la nueva ley y se perdieron 12.292 puestos de trabajo Brasil.
Viernes 29 de diciembre de 2017 13:14
Durante meses la propaganda del gobierno de Temer, sus aliados y los principales medios de comunicación, se centraron en el argumento de que la Reforma Laboral crearía empleo para los trabajadores brasileños. El primer mes de aplicación de la ley ya dejó en claro que mentían y que la reforma solo acrecienta las ganancias de los empresarios quitando derechos a los trabajadores.
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En noviembre, mientras la ley entraba en vigencia, se perdieron en Brasil más de 12.000 empleos, que se suman a los más de 165.000 perdidos en los últimos 12 meses.
La reforma laboral no sólo ha eliminado numerosos derechos que antes estaban garantizados por la Ley de Contrato de Trabajo, sino que ahora muestra su otra cara, que es un mayor desempleo.
El informe del Ministerio de Trabajo que se hizo público este jueves, contabilizó 12.292 empleos perdidos en noviembre, dejando en evidencia que la Reforma no iba a mejorar la situación de los trabajadores sino las ganancias de los empleadores, reduciendo el costo de los despidos.
El dato del Ministerio de Trabajo incluye los contratos firmados bajo las nuevas reglas de la reforma laboral, como los de jornada intermitente y jornada parcial. La nueva ley comenzó a regir el 13 de noviembre.
El resultado sorprendió a los analistas del mercado financiero que habían sido consultados por la Agencia Estado, y que esperaban la creación de un promedio de 23,8 mil puestos nuevos.
El desempleo se sitúa en 12 % en el trimestre concluido en noviembre, lo que significa que 12,6 millones de personas continúan desempleadas.
La mayoría de los sectores industriales perdieron empleos siendo la única rama que mostró crecimiento el último mes la del comercio, que creció en 68.602 nuevos puestos de trabajo. Sin embargo estos puestos de trabajo están relacionados con las fiestas de fin de año, es decir que se trata de puestos de trabajo precarios y muchas veces temporales.
Los datos de noviembre muestran que el desempleo se mantiene alto y que el discurso de generación de empleo no era más que una mentira. El objetivo de la reforma laboral era el quitar derechos históricos a los trabajadores brasileños para beneficiar a los empresarios abaratando los despidos y precarizando la contratación a la vez que permitir mantener un alto número de desempleados para así reducir el valor del trabajo de todos.
En este espejo se deben mirar hoy los trabajadores argentinos ante el intento del gobierno de Mauricio Macri de hacer votar en el Congreso una nueva reforma laboral, pactada con la burocracia sindical, para mediados de febrero. La realidad brasileña ya desmiente el discurso que el gobierno argentino, junto a los principales medios de comunicación, trataran de ensayar para apuntalar esta contrarreforna laboral, igual que antes lo hicieron Temer y los medios brasileños.