Durante el último fin de semana, decenas de organizaciones, referentes de derechos humanos, sobrevivientes y familiares mostraron su preocupación y analizaron el estado de los juicios en la actualidad, ante el freno en la investigación y la postergación en el inicio y desarrollo de las causas. Debatieron acerca del rol del Estado y el Poder Judicial en torno a la política de derechos humanos. La Izquierda Diario entrevistó a Carlos Propato, exdetenido y sobreviviente de Ford.
Miércoles 22 de abril de 2015
El sábado 18 de abril se realizó, en el partido de Vicente López, una concurrida reunión de sobrevivientes, familiares, abogados y organismos de derechos humanos ante la enorme preocupación que mostraron frente al estancamiento en los juicios dentro de la causa Campo de Mayo.
Estuvieron presentes la Asociación de Ex Trabajadores Detenidos-Desaparecidos de Ford, abogados del CELS, el Serpaj zona norte, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, la Comisión Campo de Mayo, la Comisión por la Memoria de San Martín, HIJOS- Zárate CAMPANA, la Secretaría de Derechos Humanos del SUTEBA 3 de Febrero y la CTA, entre otros.
Se debatió sobre la grave situación actual de los juicios a civiles y de qué manera podían coordinada distintas alternativas para dar impulso al avance en el enjuiciamiento de civiles y militares. Y que esta situación alcanza al resto de los juicios por delitos de lesa humanidad, donde hasta ahora, en estos más de diez años en los que se anularon las leyes de impunidad, solo se juzgaron 538 represores. Pero los últimos casos donde la Justicia ha dictado la falta de mérito, como en el caso Blaquier, dueño del Ingenio Ledesma, son un ejemplo de impunidad. La causa de la automotriz Mercedes Benz, donde la empresa alemana fue partícipe de la apropiación de bebés y de la desaparición de 14 de los miembros de la Comisión Interna, entre los años 76-77, llevó a enjuiciar a dos de sus gerentes que, también por "falta de mérito", están impunes, y esto solo por nombrar algunos de los casos más resonantes.
–¿Cuál es la situación de la causa Ford en este momento?
–La causa fue elevada a juicio oral. Están las condiciones para comenzar, pero que aún no hay fecha cierta de inicio; se tomó declaración a dos de los compañeros en una audiencia previa y se pudieron adelantar estas declaraciones pero aun no ingresaron al Tribunal Oral Federal de San Martin. Pero el límite, y lo que provoca demora en el inicio del juicio a los gerentes de la Ford, es que la Cámara de Casación nombra al juez Sagretti como presidente del Tribunal para avocarse a este único juicio, pero ha solicitado retirarse y apartarse por cuestiones insólitas.
Dimos un paso adelante cuando la jueza Vence pidió el procesamiento que dio el puntapié, luego de más de 36 años de lucha, para que podamos, inclusive, volver a ingresar a la fábrica y realizar la inspección ocular en el quincho de Ford , donde hemos sido torturados y nos han hecho pasar todo tipo de humillaciones. Luego vinieron todas las trabas, pero llegó el momento en que tenemos que empezar a ejercer presión para que salga de una vez, porque aún no tenemos tribunal.
–¿Qué impresiones tenés de este encuentro, y cuáles fueron las resoluciones que se tomaron?
–Con esta convocatoria dimos un primer paso, fue muy pero muy importante. Hasta ahora solo habíamos tenido reuniones protocolares por cuestiones judiciales. Hasta el momento no se avanzo mucho con lo judicial, no solo en esta causa que nos toca a nosotros como protagonistas, de conjunto. Hoy me doy cuenta, en aquel entonces éramos todos muy jóvenes, yo tenía unos 23 y hoy tengo 66 años. Y acá seguimos de pie, en lucha para juzgar y condenar a los culpables y que esto sirva. Para que las futuras generaciones sepan lo que paso. Antes los perseguidos fuimos nosotros, hoy son los jóvenes trabajadores los que se tienen que organizar para avanzar, es de vital importancia para el movimiento obrero. Ahora lo que hay que hacer es salir a las calles, protestar, movilizarse. Con todas las atrocidades que se han cometido, aniquilaron una generación de estudiantes y obreros. Casos emblemáticos como Ford, Mercedes Benz, Ledesma, Acindar, la Veloz del Norte, solo para nombrar algunas, todas empresas cómplices y sobre todo participes de la dictadura. En aquellos años no era Ford Motors Argentina, sino Ford Motors Internacional, y la patronal era quien ponía la plata para que el Ejército estuviese ahí adentro y cometiera toda clase de delitos. Y vemos que se juzga a los peces gordos, un represor como Riveros y otros dos o tres militares, de alto rango, pero ningún mando medio, ningún empresario o gerente de la fábrica. Cuando hubo compañeros que estuvieron detenidos bajo tortura durante más de 60 días en la Comisaria de Tigre, pero ahí tampoco están imputados.
–¿Frente a esta situación de no avance de los juicios que se debería hacer para impulsar las causas?
–Estoy convencido de que a esta velocidad no resolvemos nada. En muchas otras cuestiones, cuando necesitan apurar algo, la justicia es rápida. Cuando hay voluntad, si se va a poder avanzar en los juicios. Lo que tiene que Casación, de manera urgente, es definir y poner al frente un Tribunal constituido para darle agilidad, pero todo es lento, y esto les permitir a estos tres gerentes, que son acusados de entregar trabajadores, la oportunidad para que no sean finalmente sometidos a juicio. Demasiada impunidad. Por esto yo digo que hay que empezar a salir a organizarnos, acompañados por los trabajadores y la juventud. En 38 años solo hemos podido levantar un cartel frente a los portones de la fábrica. El rol de los jóvenes es muy importante, que conozcan y se nutran de la historia, para poder cambiar la realidad. Esa historia, la de los 30.000, la nuestra, la de los que vendrán y seguirán buscando la verdad por el juicio y castigo a todos los genocidas de este país.
Desde el CeProDH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos) hace años que venimos sosteniendo que se abrieron los juicios y que los represores juzgados fueron gracias a la lucha de décadas de sobrevivientes, familiares y los organismos de derechos humanos que acompañamos e impulsamos juntos a ellos las causas. Muy poco se ha avanzado, pero ese avance se debió a la lucha, hoy más que nunca hay que redoblarla.
Es una decisión del Estado avanzar en las causas, abrir los archivos y juzgar por centro clandestino, pero sobre esto el kirchnerismo no hizo nada. Solo les garantizó grandes ganancias a los empresarios de la Ford.
En estas causas se muestra en forma brutal como las víctimas son las que tienen que probar las aberraciones que cometieron los genocidas, sometiéndose a la revictimización permanente, incluso cuando a muchos acusados se les hayan probado los delitos de los que fueron víctimas en otras causas. Por eso exigimos la apertura de todos los archivos, las nóminas de todos los que prestaron servicios en todas las fuerzas de seguridad y las FFAA, para poder investigar e impulsar las causas y que los genocidas vayan presos.
Desde el CeProDH acompañamos esta lucha que es un compromiso de honor y estaremos junto a los sobrevivientes de Ford y todas las víctimas del genocidio que pelean contra la impunidad de ayer y de hoy. Llamamos a los trabajadores, la juventud, a los abogados, estudiantes de derecho a sumarse a esta pelea.