Esta pelea recién está empezando. Tenemos que organizarnos desde abajo, democráticamente, en cada facultad y en cada cursada. Unirnos en una pelea común estudiantes, docentes y trabajadores universitarios para enfrentar un ajuste que quiere reventar la educación pública.
Libertad Martinez @laprofeliber
Jueves 17 de octubre 11:19
Al día de hoy hay, en todo el país, tomas y vigilias en más de 100 facultades y colegios universitarios. En la UNMDP las facultades de Salud, Humanidades, Exactas, Psicología y Medicina latieron varios días al ritmo de las tomas, y en todas se siente un clima de lucha. Adentro o afuera de las aulas, lxs estudiantes, docentes y trabajadores universitarios han decidido no quedarse en silencio, no permitir el desguace de la Universidad bajo el mandato de un gobierno que prioriza el ajuste sobre los sueños de miles. Esa decisión se va a ver en las calles: este viernes 18 llega a nuestra ciudad Milei para congraciarse con los empresarios en el Coloquio de IDEA y saldremos a repudiarlo.
La vida bajo este gobierno es una carrera de obstáculos. Los tarifazos que nos asfixian, los alquileres imposibles, la angustia de nuestras familias haciendo malabares para pagar las cuentas. El ajuste no es solo una palabra en un decreto, es la realidad cotidiana de quienes apenas llegan a fin de mes, de quienes sueñan con ser los primeros en sus familias en recibir un título; ya que aunque el gobierno diga lo contrario, más de la mitad de los estudiantes universitarios son primera generación.
El veto de Milei, sumado a los recortes en becas y recursos, nos insulta. Ahora nos dice que la universidad seguirá siendo gratuita, mientras llama a nuestro reclamo "la defensa de un curro". Pero no, Milei, el verdadero curro es otro: es el ajuste que enriquece a los poderosos, a los especuladores financieros, mientras se nos pide a nosotros, los que estudiamos y trabajamos, que carguemos con una crisis que no provocamos. El Presupuesto 2025 destina migajas a la educación y la ciencia, mientras se siguen destinando millones a pagar la nefasta deuda externa.
Frente a este panorama, los liberales se ponen nerviosos. En la Universidad Nacional de Quilmes militantes de La Libertad Avanza respondieron con violencia, lanzando gas pimienta contra una asamblea que discutía los próximos pasos en la lucha. En otras universidades intentaron sabotear las asambleas con provocaciones. La crisis en el gobierno es evidente, y el nerviosismo de sus militantes, sumado al giro en el discurso de Milei, deja claro que están a la defensiva.
Dicen que el problema son las “auditorías”. Eso es mentira. Las universidades ya tienen un sistema para controlar los gastos. Ellos dicen eso porque quieren avanzar en un modelo privatista que puede llevar al arancelamiento. O a que sean, cada vez más, las grandes empresas las que banquen financieramente y se beneficien con el conocimiento que crean las universidades.
En las asambleas y en las tomas, el repudio al plan de ajuste es contundente. Estudiantes y trabajadores se organizan para exigir un aumento inmediato del presupuesto educativo y de los salarios docentes y no docentes. Pero también *resuena la solidaridad con otros sectores* en lucha, como los trabajadores del Hospital Garrahan y del Hospital Laura Bonaparte, que se enfrentan al mismo ajuste en salud. En cada intervención, se mencionan con aplausos a los jubilados y jubiladas que se enfrentaron a la represión del gobierno, en contraste con las conducciones de la CGT y CTA, que solo convocan a medidas aisladas y así mantienen la paz social con el gobierno.
La rebelión universitaria marca un cambio en el clima político del país. La autoorganización en asambleas y comisiones, las tomas de edificios y las clases públicas son la verdadera respuesta a este plan de ajuste, y está demostrando que cuando los estudiantes y trabajadores nos unimos, somos imbatibles. Sin embargo, algunos intentan frenar esta marea.
¿Qué pasa en Mar del Plata?
En Mar del Plata, mientras los estudiantes, docentes y trabajadores universitarios buscamos la forma de coordinar, las conducciones de centros de estudiantes y gremios -alineadas con el peronismo, el socialismo, el radicalismo y otras fuerzas- nos mantienen divididos. Y, en muchos casos, se oponen a desarrollar medidas de lucha más fuertes.
Hay conducciones de centros de estudiantes que hablan de asambleas interfacultades, pero hasta el momento nadie convocó a ninguna de manera concreta, con fecha y lugar preciso. Por su parte, el gremio docente, ADUM, también habla de coordinar pero tampoco le puso fecha a una asamblea intercuerpos que garantice esa coordinación con estudiantes y no docentes. En el caso de los trabajadores universitarios, su sindicato (APU) tampoco ha convocado a asambleas para discutir qué medidas hacen falta y cómo seguir.
Muchas de estas conducciones están alineadas al peronismo, que tiene una estrategia nacional. Su objetivo no es derrotar a Milei ahora, con la lucha en las calles. Es apostar a las elecciones de 2025. Si se quiere enfrentar esta política de ajuste ahora, es necesario imponerle a las centrales sindicales que rompan la pasividad y convoquen a paro nacional activo que sea parte de una pelea general hasta tirar abajo todo el plan de Milei y el FMI.
Para darle más fuerza a esta lucha necesitamos desarrollar formas de organización democráticas, que sean las que tomen las decisiones de cómo seguirla y por qué pelear: cuerpos de delegados por curso para ampliar la participación estudiantil, asambleas interfacultades y asambleas interclaustros o intercuerpos para intercambiar y tomar decisiones entre todos los estudiantes y trabajadores que quieren pelear por la educación. Tenemos que ser las y los estudiantes, las y los docentes y trabajadores universitarixs quienes decidamos cómo seguirla. Eso es lo que planteamos desde En Clave ROJA-PTS y lxs docentes y no docentes del PTS-FITU.
Para avanzar, es necesario ponerle fecha y hora ya mismo a una Asamblea Interfacultades Intercuerpos para fortalecer esta pelea.
Para que esta pelea contra el ajuste de Milei siga creciendo, tenemos que organizar clases públicas en común entre docentes y estudiantes, con todas las cátedras que sea posible. Esa es la forma para que cada compañero y compañera se sume a esta lucha.
Proponemos, además, hacer un relevamiento de todas las demandas de la comunidad universitaria. También necesitamos becas integrales de ayuda económica para no tener que elegir entre estudiar o trabajar, el cumplimiento con las becas CIN otorgadas y la actualización de los montos y restitución de las becas CONICET recortadas con actualización según la inflación.
Si estamos cada día más organizados en cada curso, escuela y facultad, podemos empezar a preparar una Tercera Marcha Nacional Educativa. ¡Nuevamente tenemos que ser decenas de miles en las calles, como lo hicimos el 23 de abril y el 2 de octubre!
Este es el momento de dejar claro que no vamos a ceder. No vamos a permitir que la educación pública, el derecho a estudiar, se convierta en un privilegio para unos pocos. No vamos a permitir que nos arrebaten el futuro. Por eso, en cada asamblea, en cada toma, en cada clase pública, sigamos construyendo la unidad.
Libertad Martinez
Nacida en 1992. Profesora de filosofía e investigadora de la UNMDP. Milita en el PTS y en la agrupación de mujeres Pan y Rosas.