1098 personas fueron arrestadas en una semana por el régimen represivo de Erdogan bajo acusaciones de “terrorismo” o “golpismo”. Desde el fallido intento de golpe de Estado en julio de 2016, hubo más de 50 mil detenciones en ese país.
Lunes 31 de julio de 2017 09:53
Foto: Protesta en solidaridad con los periodistas turcos detenidos (EFE)
Un total de 1.098 personas fueron arrestadas la semana pasada en Turquía acusadas de terrorismo o de golpismo, principalmente por su presunta relación con la guerrilla kurda del PKK o con la cofradía del predicador Fethullah Gülen, informó este lunes el Ministerio de Interior en un comunicado.
Un total de 831 personas fueron detenidas en diferentes operaciones contra la cofradía de Gülen, a quién el Gobierno acusa de haber instigado el fallido golpe de Estado de hace un año y a la que oficialmente denomina como "Organización terrorista Fethullah Gülen" (FETÖ).
Otras 243 personas fueron arrestadas por su supuesta pertenencia a una "organización terrorista separatista", en alusión al proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía. Además, el comunicado agrega que durante esa semana 17 presuntos miembros de la guerrilla fueron asesinados por las fuerzas de seguridad.
Otras 28 personas fueron arrestadas por supuestos lazos con organizaciones de izquierda y 57 más como sospechosas de tener vínculos con el Estado Islámico, dentro de las operaciones contra "combatientes extranjeros" que intentan llegar a Siria a través de Turquía para unirse a esa organización.
Desde comienzos de año, la Policía turca viene deteniendo a entre 500 y 1.000 personas cada semana bajo acusaciones de terrorismo o golpismo. Bajo el actual estado de excepción, instaurado tras la intentona golpista de julio de 2016, los detenidos pueden pasar una semana en detención policial antes de ser acusados de un delito o liberados, si bien en casos de sospecha de terrorismo este periodo se puede prorrogar.
Desde el intento de golpe de Estado, Turquía ha arrestado al menos a 50.000 personas y ha suspendido a más de 150.000 funcionarios, como parte de la purga puesta en marcha por el Gobierno antidemocrático de Recep Tayyip Erdogan. En base a su triunfo en el referéndum del mes de abril (entre denuncias de fraude), que introdujo un régimen presidencialista, profundizó la represión sobre los sectores opositores y somete al pueblo trabajador a crecientes niveles de desocupación y trabajo en negro, sumado a la prohibición de huelgas y cualquier tipo de manifestación bajo un estado de excepción que aún continúa vigente desde hace más de un año.
