Unas 200 personas autoconvocadas a través de las redes sociales se congregaron este miércoles 6 de enero en el centro de la ciudad para protestar por el pésimo suministro de agua potable que realiza la empresa ABSA. El lugar de encuentro fue la Municipalidad de Bahía Blanca y de allí se movilizaron hasta la sede céntrica de ABSA.
Jueves 7 de enero de 2016 12:06
Lo cierto es que a causa de la rotura del acueducto principal de la ciudad, 300.000 personas quedaron sin servicio por 48 horas con temperaturas de más de 30º. Por su parte, la empresa ABSA sólo cuenta con cuatro cisternas para proveer de agua potable, una cantidad insuficiente para satisfacer la demanda de casi toda una ciudad.
En principio, ese aporte fue destinado a los hospitales. Más tarde fueron instaladas en cuatro sectores del distrito. Al ser insuficientes, cientos de vecinos realizaron largas colas frente a los 14 surgentes habilitados (y colapsados) para aprovisionarse de agua para cocinar o realizar las tareas de higiene.
El flamante intendente, Héctor Gay, cual vecino indignado, sólo responsabilizó por esta crisis a la compañía que tiene a su cargo la concesión del servicio del agua en la provincia de Buenos Aires, planteando la vergonzosa actuación de la empresa, que es el colofón de una serie de mucho tiempo de absoluta desinversión. El intendente no se reconoce ni como parte del problema ni como parte de la solución.
Ante las históricas crisis hídricas de la ciudad, la prioridad de abastecimiento la tiene el Polo Petroquímico
En el año 1999, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, le otorgó a Azurix la concesión del servicio de agua a partir de un contrato en el que figura lo que se conoce como "El Anexo 0", en el que puede leerse: "a partir del séptimo año el concesionario deberá destinar el agua proveniente del Dique Paso Piedras prioritariamente al abastecimiento de agua para el Polo. Y si no hubiera agua suficiente para proveer agua potable a los ciudadanos de Bahía Blanca, deberá comprometerse a buscar fuentes alternativas del suministro".
Este acuerdo sigue vigente. En 2004, Felipe Solá firmó el decreto 3.508 , donde se reconoce, explícitamente, lo siguiente:
1) La Provincia de Buenos Aires confirió a ABSA a prestación del servicio en iguales términos y condiciones que la anterior concesionaria (Azurix).
2) Que corresponde a Aguas Bonaerenses S.A. abonar el agua cruda que se entrega en el Dique Paso de las Piedras, para su utilización en el abastecimiento de la ciudad de Bahía Blanca y para dar cumplimiento a los contratos de provisión de agua industrial celebrados con las industrias del Polo Petroquímico, de acuerdo a valores y precios allí previstos.
Si bien, el agua está retornando a los hogares, lo que provocó esta nueva crisis hídrica no fue la rotura de un caño sino el resultado de muchos años de saqueo de recursos, negligencia y desinversión. Problemas estructurales que ningún gobierno ni radical ni kirchnerista tuvieron intenciones de tratar y que este gobierno PRO, de ninguna manera, parece querer solucionarlos.
Por esta razón, los sindicatos deberían llamar a organizar medidas de lucha para que se resuelva esta histórica crisis hídrica a partir de un plan de emergencia en favor de la población contra el lucro de las multinacionales y que ABSA esté gestionada por sus trabajadores y usuarios.