Los trabajadores de la Universidad de San Pablo llevan más de 3 meses en huelga. Lo que comenzó como una lucha contra el ajuste salarial, se fue transformando en una lucha contra un plan de ajuste general a la educación superior.
Isabel Infanta @isabel_infanta
Miércoles 27 de agosto de 2014
Asamblea de trabajadores de la Universidad de San Pablo
El gobernador del Estado de San Pablo, Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y el rector Marco Antonio Zago pretenden que los trabajadores paguen con sus salarios la crisis educativa. Además de no reajustar los salarios, el plan incluye un plan de retiros voluntarios para reducir la planta en tres mil trabajadores, la flexibilización de la jornada laboral, la desvinculación de los Hospitales Universitarios y el fin de la autonomía universitaria.
Estos casi 100 días de lucha incluyeron la represión, la cárcel de trabajadores (uno de ellos estuvo 45 días preso), el no pago de días caídos, la renuencia a la negociación por parte del Rectorado. Sin embargo, los trabajadores de la USP con su sindicato combativo a la cabeza (Sintusp) continúan firmes en la defensa de la educación y salud públicas, apostando a la solidaridad con los estudiantes y docentes, así como a la unidad con trabajadores de otras universidades como la Universidad del Estado de San Pablo (Unesp) y la Univesidad de Campinas (Unicamp) así como de otros sectores, como los trabajadores del subterraneo que enfrentan 42 despidos tras una enorme lucha en el marco del movimiento contra los negociados del mundial de futbol.
El miércoles 20/8, trabajadores y estudiantes que desarrollaban una jornada de bloqueos de las entradas de la USP fueron brutalmente reprimidos por la policía. Fue la respuesta ante la contundencia de un bloqueo que logró cerrar por completo todas las entradas de acceso, para reclamar el pago de sus salarios además de visibilizar el hecho de que la educación superior, aún siendo gratuita, le está negada a la inmensa mayoría de los jóvenes, sobre todo los negros. Los manifestantes fueron perseguidos por casi una hora por la policía, con decenas de heridos de balas de goma. A pesar de eso, una masiva asamblea votó la continuidad de la huelga y las medidas de lucha, bajo el lema cada vez más popular de ¡no nos rendiremos!
Este mismo día la “justicia” exhortó al Rectorado a que se siente a negociar, cuestionando sus declaraciones contradictorias y (verbalmente) el no pago de los días caídos y el plan de retiros voluntarios. Esta reunión está pautada para este miércoles 27/8.
La huelga de los trabajadores de la USP ha tomado vuelo nacional. El diario O Estado de S.Paulo, uno de los dos principales diarios del estado, publicó una editorial atacando la huelga y en particular a una de las dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la USP, Diana Assunção: “No tiene gollete la posición de Diana Assunção, dirigente del Sintusp, según quien la PM [Policía Militar] actuuó con intransigencia: ’La policía fue llamada para reprimir. No hubo ninguna conversación’. Qué quería ella que hiciese la policía, como es su deber – y con base en una orden judicial -, para reestablecer el orden público y hacer cumplir la ley?” (O Estado de S.Paulo, 21/08/2014). Ante este ataque Assunção declaró que “¿Qué podría esperar yo de una policía cuestionada por más del 70% de la población y que viene de asesinar en la región al joven Wesley sin ninguna justificación, como tantos otros Amarildos, Claudias, Douglas e infelizmente un largo etc? [se refiere a casos conocidos de gatillo fácil y brutalidad policial] Naturalmente que con estos métodos, heredados de la dictadura, no podríamos esperar más que una cultura de resolver los temas de huelga ’con garrote’, bombas y balas de goma”.
El Juez laboral y profesor libre, docente de la Faculdad de Derecho de la USP, Jorge Luiz Souto Maior consideró ilegal el descuento de días caídos a los trabajadores ya que es un ataque a su derecho de huelga.
A los trabajadores y estudiantes les ha sobrado imaginación para desarrollar la lucha. Además del acampe cultural que instalaron frente al Rectorado, han realizado charlas de reflexión y apoyo a Palestina, sobre el acceso a la universidad de los hijos de los trabajadores negros, jornadas de difusión junto a los pobladores de los barrios pobres aledaños, muchos de ellos trabajadores precarizados o usuarios del Hospital, donaciones masivas de sangre para el banco del Hospital Universitario, abrazos, desayunos y un sinfín de otras iniciativas para difundir su lucha, y han despertado la simpatía de la comunidad. También concitaron la solidaridad de trabajadores y estudiantes como en Argentina, donde diversas comisiones internas y delegados combativos han mandado su solidaridad.
El martes 26/8 una nueva y masiva asamblea ratificó la continuidad de la huelga. Estos trabajadores que no están dispuestos a rendirse en la defensa de la educación y salud públicas mantienen el campamento cultural, los piquetes de convencimiento y actividades de difusión y se preparan para el día 95 de la huelga, cuando está prevista la reunión con el Rectorado.