Temporal. Por la desidia estatal, una nueva crisis social en la zona oeste del conurbano

En medio de los agobiantes tarifazos (para garantizarle las ganancias a las empresas), paritarias por debajo de la inflación, falta de trabajo estable y empleo precario, los trabajadores y sus familias de la zona oeste del Gran Buenos Aires, vuelven a sufrir las consecuencias de la desidia estatal.

Perder lo poco que se tiene

Décadas y décadas sin la necesaria obra pública, planificación y prevención, han hecho que miles de habitantes pierdan lo poco que tienen por el temporal que azotó a la región durante la madrugada del sábado. Las localidades de Laferrere de La Matanza y el partido de Merlo, donde prima también la crisis habitacional, fueron las más afectadas, como sucedió años atrás con Scioli, y ahora con María Eugenia Vidal.

Pero no sólo en sus hogares arriesgaron su vida. Los trabajadores del ferrocarril Sarmiento o los de la salud del Hospital Posadas de Morón o el Materno Infantil Equiza González González Catán, tuvieron que seguir trabajando mientras se inundaban. En El Palomar, se voló el techo de una escuela, mientras después del mediodía fueron los docentes y directivos los que abrieron escuelas para recibir a los más necesitados.

Suteba La Matanza, a través un comunicado, se solidarizó “con las familias afectadas por la inundación” e informó que “ponemos nuestra Seccional al servicio de ayudar al pueblo trabajador de La Matanza”. Y convocó “a los docentes y al pueblo de La Matanza a acercarse mañana [lunes] de 9 a 11 h con donaciones a la sede del Suteba La Matanza con ropa, comida y alimentos no perecederos para llevar a los centros de evacuados del distrito (Pte. Perón 2941, San Justo)”.

Los responsables

Mientras los empresarios amasan fortunas, y hasta los funcionarios de este Gobierno de ricos fugan sus millones al exterior para no pagar impuestos, miles de trabajadores junto a sus familias están sin energía eléctrica, inundados en sus casas, evacuados. En Tres de Febrero, esta crisis estructural, se llevó la vida de dos personas.

A su vez, la empresa Edenor engrosa su fortuna con los tarifazos, cerca de 100 mil usuarios estuvieron sin luz, por la precariedad de las instalaciones y falta de inversión, poniendo en peligro la vida del pueblo trabajado. Como sucedió esta semana en Ituzaingó, hoy hubo dos nuevas víctimas fatales.

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Pero, ¿dónde está toda la plata que le dieron a la Gobernadora que supuestamente iba a destinar a obra pública? Porque al Gran Buenos Aires es evidente que no llegó.

Pero Vidal no es la única que es responsable. Gustavo Menéndez, intendente de Merlo, previo a reunirse con las autoridades provinciales y nacionales, como si estuviese en campaña electoral, declaró (con una montaña de escombros de fondo) que ésta es “una gran oportunidad, para que detrás del concepto de unidad, podamos salir de este desastre en el que nos ha puesto la naturaleza”. ¿Oportunidad? Un verdadero caradura, responsable como presidente del PJ bonaerense, de la crisis de infraestructura y vivienda que padecen los sectores popular del Gran Buenos Aires por lo menos hace tres décadas en las que gobernó su partido.

Como si fuese poco, su par, el diputado por Unidad Ciudadana, Agustín Rossi, desde la ciudad de Bolivar, provincia de Buenos Aires, se encontraba haciendo campaña electoral en medio de la crisis. En su cuenta de Twitter posteó: “La primera medida que vamos a tomar cuando asumamos el Gobierno en el 2019, va a ser derogar por decreto, la reforma previsional que instauró Cambiemos”, mientras que al mismo tiempo llamó a constituir un gran frente unitario con los mismos que le votaron las leyes al Gobierno.

¡Basta de promesas a futuro! Hasta el momento ni el Gobierno provincial ni los municipales, sean oficialistas u opositores, han tomado ni una sola medida de fondo para palear la crisis en la zona. Es que ni unos ni otros defienden los intereses del pueblo trabajador y los sectores populares, no se puede perder más tiempo, necesitamos una salida de fondo.

Desde el PTS en el Frente de Izquierda sostenemos:

Urgente resarcimiento económico que cubra todas las pérdidas y que permita dar una primera solución a los evacuados y afectados, en base a impuestos progresivos a los grandes empresarios.

Eximición del pago de impuestos, servicios y transporte a todos los afectados. Anulación del tarifazo.

Que a ningún trabajador, sea cual fuere su modalidad de contratación, se le descuente el día de trabajo por inasistencia.

Que las grandes empresas, laboratorios e hipermercados, como Walmart y Carrefour, entreguen alimentos, colchones, pañales, medicamentos y demás artículos necesarios bajo control de los propios damnificados.

Por un plan de obras públicas (empezando por las hídricas, saneamiento, entubamiento y canalización junto con la prevención de inundaciones y cloacas) y de viviendas urgente, que de una salida a la crisis de infraestructura y habitacional, bajo control de trabajadores y organizaciones barriales, empadronando y asegurando trabajo con convenio a los desocupados.

Reinstalación inmediata en sus puestos de trabajo a todos aquellos afectados que hayan sido despedidos, ya sea de dependencias estatales como de empresas privadas, como los tercerizados de Ci5, Hospital Posadas, Inti y otros.

Que los sindicatos sigan el ejemplo del Suteba La Matanza, abriendo sus puertas, para que sean los trabajadores los que organicen la solidaridad y la asistencia.

Desde el PTS ponemos a disposición también nuestras bancas para coordinar y llevar adelante las acciones que hagan falta para enfrentar esta crisis social en la región, e imponer este programa, junto a todos los trabajadores, estudiantes, vecinos, sindicatos, delegados, centros de estudiantes y organizaciones solidarias. Porque nuestras vidas valen más que sus ganancias.