Viernes 23 de septiembre de 2016
El Bitcoin es un sistema novedoso de divisa electrónica. Sus características son que se trata de una criptomoneda que puede utilizarse en todo el mundo y es intercambiable por otras divisas. Cuando se lanzó al mercado no era controlada por ninguna institución financiera, por lo cual se consideraba no era necesario que quien realizara la transacción revelara su identidad, lo cual seguramente podría facilitar operaciones de lavado de dinero, a pesar de las bondades que distintos usuarios han difundido sobre la moneda.
Sin embargo, esta semana la Commodity Futures Trading Commission (CFTC) de Estados Unidos declaró que este tipo de divisa debía entrar en la categoría de commodities y que su intercambio debía ser regulado por tal institución.
Según su definición, un commodity o materia prima es todo bien producido en masa por el hombre y disponible en la naturaleza, por lo cual fue fruto de debate si el Bitcoin debía incluirse o no en dicha categoría.
Según el portal web Bitcoin.org: “Bitcoin es de código abierto; su diseño es público, nadie es dueño o controla Bitcoin y todo el mundo puede participar”. Opera dentro de la Red (Internet) y para su utilización es necesaria la instalación de una aplicación denominada como monedero electrónico que debe descargarse en la PC o dispositivo móvil.
Las operaciones se realizan a través de una clave privada, utilizada para corroborar la operación a través de una prueba matemática automática que confirma al propietario de la transacción.
Muchas son las virtudes que se difunden en Internet acerca de esta nueva moneda sin embargo no deja de ser un divisa electrónica y como ocurre con cualquier programa informático su diseño y operativa no excluye a los usuarios de una posible estafa.