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Red Internacional
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Coronavirus. Reino Unido presionado por aumento de contagios mientras Rusia aprueba un asueto total

Ambos países registran picos y récord de contagios. Reino Unido a pesar del alto índice de vacunación no puede frenar el mayor pico desde julio y está presionado por las autoridades sanitarias a tomar medidas restrictivas. En el caso de Rusia los contagios por variante delta suman récord de contagios y más de mil muertos diarios, por lo que el Gobierno dará una semana de asueto laboral.

Miércoles 20 de octubre de 2021 11:50

El Reino Unido registra un nuevo pico de contagios desde la apertura total en julio, que si bien mantiene una baja mortalidad preocupa a los especialistas que presionan por nuevas restricciones y estudian una nueva mutación de la variante delta. Rusia por su parte, con un muy bajo índice de vacunación, registra récords diarios de contagios, con más de mil muertes cada 24 horas y evalúa un asueto total de una semana.

Reino Unido

A pesar del crítico aumento en las tasas de infección por coronavirus y la preocupante cantidad de muertes diarias ocurridas en las últimas dos semanas, el Gobierno británico está resistiendo las presiones de autoridades sanitarias para implementar medidas restrictivas para evitar que el Reino Unido caiga en una nueva crisis durante el invierno.

Por ahora el Gobierno se centra en el llamado Plan A que implica el refuerzo de la vacuna del coronavirus y de la gripe con el objetivo de reducir los casos y "proteger" al sistema de salud ante una eventual saturación. Sin embargo, esta sola estrategia no le viene dando resultados, como muestra la curva de contagios que crece día a día.

Las muertes y las infecciones por coronavirus en todo el territorio aumentaron a su nivel diario más alto desde principios de marzo.

Ayer se informaron otras 223 muertes en las 24 horas previas, lo que elevó el total de Reino Unido a 138.852, y casi 50.000 casos diarios más.

Los empresarios ya se adelantaron a rechazar cualquier tipo de restricción y el secretario de Negocios, Kwasi Kwarteng, insistió en que no habrá otro confinamiento a nivel nacional. Las declaraciones las hizo en respuesta al director ejecutivo de la Confederación del NHS (sistema de salud británico) Matthew Taylor, que instó al Gobierno a implementar medidas, las máscaras faciales obligatorias, volver al trabajo remoto desde el domicilio y la exigencia de certificados de vacunas para los logares de esparcimiento nocturno.

"Las medidas del Plan B para el coronavirus deben aplicarse de inmediato para evitar que el Reino Unido caiga en una crisis de invierno", advirtió Taylor en declaraciones a la cadena de televisión Sky News.

Sin embargo, un vocero oficial del primer ministro Boris Johnson, aseguró que estaba "muy atento" a las crecientes tasas de casos, pero agregó que el Gobierno no tiene pensado introducir el Plan B.

En declaraciones a los medios británicos, recordó que el primer ministro dijo anteriormente que el plan solo se utilizaría si hubiera un "riesgo importante de que el NHS se vea colapsado" y aclaró que no está en ese punto.

Ayer Neil Ferguson, miembro destacado del Grupo Asesor Científico para Emergencias (Sage), dijo que cree que el Plan B podría implementarse en Inglaterra este invierno, pero es poco probable que haya un confinamiento como el impuesto en enero pasado.

Otro experto en virología de la Universidad de Leicester dijo a la prensa británica que este aumento era de esperar luego de que el Gobierno levantara todas las restricciones en Inglaterra en julio pasado.

Explicó que si bien las vacunas redujeron las tasas de hospitalización y muerte, la variante Delta "atraviesa fácilmente la protección del fármaco para causar una infección".

Para el científico, es sorprendente que muchos hayan aceptado el actual aumento gradual de casos y muertes por coronavirus simplemente como "vivir con el virus" y una consecuencia inevitable de la apertura de la economía y las escuelas.

Rusia

En Rusia, por su parte, el presidente Vladimir Putin, apoyó este miércoles una propuesta de su gabinete para implementar una semana no laborable en todo el territorio nacional, con el objetivo de neutralizar un repunte de la pandemia de coronavirus iniciado en septiembre que encadenó varios récords de muertes y casos en las últimas semanas.

A diferencia de Reino Unido donde la curva de muertes no acompaña directamente la disparada de los contagios, en Rusia el récord de contagios va acompañado de un dramático repunte de muertes como se puede ver en el siguiente cuadro, llegando a mil por día.

Esta martes, la viceprimera ministra rusa encargada de Salud, Tatiana Golikova, había recomendado que se declarara feriado toda la semana en lugar de confinar a la población. El apoyo de Putin a la propuesta llegó luego de que Rusia sumara un nuevo récord de muertes vinculadas al coronavirus en las últimas 24 horas.

Tras registrarse en todo el territorio otra cifra récord de 1.015 muertos, el alcalde de Moscú, que concentra parte importante de los contagios, anunció una serie de restricciones en la capital debido a la incontrolable suba de casos.

En los últimos días, el país encadenó varios récords de contagios y decesos diarios debidos a la Covid-19, en un contexto de aceleración epidémica favorecida por una campaña de vacunación lenta y pocas restricciones sanitarias.

Menos de un tercio de los cerca de 144 millones de rusos están completamente vacunados, según el portal especializado Gogov, que establece un balance diario.

Vacunas, ganancias y riesgos

La guerra internacional por las vacunas y el rechazo de las principales potencias a eliminar las patentes, los negociados de las farmacéuticas, el negacionismo de varios de los gobiernos ante la peligrosidad del Covid y el hecho de que millones hayan tenido que ir a trabajar aún en condiciones inseguras durante toda la pandemia, son todos elementos que calan en un sector importante de la población mundial que rechaza vacunarse.

En lugar de combinar campañas de vacunación, restricciones o confinamientos parciales y localizados, realizar testeos masivos en poblaciones o sectores vulnerables, y entregar equipos de protección personal entre aquellos que están expuestos al contagio, muchos gobiernos optaron por políticas represivas exigiendo pases sanitarios y obligando a los trabajadores a vacunarse a riesgo de ser despedidos.

En todos los casos siguen aplicando las mismas prácticas que llevaron adelante desde el principio, que es evitar destinar recursos a la prevención mientras que garantiza las ganancias de las empresas sea mediante un rescate estatal directo o subsidios, o evitando las restricciones y haciendo que millones de trabajadores vayan cada día a sus trabajos, sin elementos de seguridad, y con el riesgo de contagiarse y contagiar a otras personas.

Si bien las vacunas reducen las hospitalizaciones, los casos más graves y las muertes, como lo muestra el Reino Unido, no evitan que las personas se contagien y contagien a otras, lo que puede redundar en un nuevo ciclo de mutaciones dentro del virus original, como ya lo hizo en las variantes actuales (y como la que se está estudiando en el Reino Unido), volviéndolo no solo más contagioso sino incluso llegando a hacer que alguna de esas variantes vuelva ineficaces a las vacunas existentes. Una vez más, las ganancias por sobre la salud y la vida de la población mundial.