Se trata de una medida extremadamente autoritaria del presidente golpista y ya genera crisis en el gobierno.
Jueves 25 de mayo de 2017
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Durante la gran marcha en Brasilia contra las reformas del gobierno, que comenzó en la mañana de ayer miércoles (24), el presidente de Brasil Michel Temer decretó la utilización de las Fuerzas Armadas (Marina, Ejército y Aeronáutica) para cercenar el derecho de manifestación. Desde la dictadura las Fuerzas Armadas no eran accionadas por un presidente para reprimir a manifestantes en Brasilia.
El decreto, que fue publicado en el Diario Oficial durante la tarde del miércoles, no delimita un área de actuación, dejando a criterio del Ministerio de Defensa en qué regiones del Distrito Federal el Ejército ejercerá la represión.
Esta acción de Temer remite a 1964, cuando ocurrió el Golpe Militar en Brasil. Aunque el decreto se restrinja a Brasilia, se trata de una medida extremadamente autoritaria por parte de un presidente que llegó a la presidencia a través de golpe institucional.
Rodrigo Maia (PMDB), presidente de Diputados, afirmó que fue un pedido del Congreso el uso de la Fuerza Nacional, poniendo al poder legislativo como parte fundamental de esta medida represiva. Pero, según declaración del mismo presidente de la cámara baja, ir más allá del pedido de Maia y convocar a las Fuerzas Armadas por la vía del decreto fue una iniciativa de Michel Temer.
Sindicatos, organizaciones de derechos humanos e incluso algunos parlamentarios ya están denunciando el decreto como una medida completamente inconstitucional. La medida autoritaria abre un nuevo espacio para aumentar la represión a los trabajadores y a la juventud, que venían luchando contra la quita de derechos sociales, como la reforma laboral y la previsional entre otras, que son medidas fundamentales para el gobierno y de los partidos dominantes.
La medida ya abrió una gran crisis en el apoyo a Temer. Rodrigo Maia salió a decir en público que no había solicitado el ejército sino solo la Fuerza de Seguridad Nacional, responsabilizando a Temer de la decisión.
La crisis política renovada por la absurda medida represiva de Temer deja planteada más fuertemente la necesidad de una huelga general urgente para tirar a Temer, a todas las reformas e imponer una Constituyente que revoque todas sus leyes.