Están construyendo el Tramo 6 entre Tulum y Chetumal, en la costa este de la Península de Yucatán y denunciaron la destrucción de flora y fauna.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 21 de junio de 2023 10:39
En entrevista con La Izquierda Diario, trabajadores del Tramo 6 de la construcción del Tren Maya denunciaron que, pese a los dichos oficiales, la instrucción de los responsables por parte de la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA), a cargo de la construcción, es avanzar en los trabajos del tramo pese a la destrucción de flora y fauna.
Según información oficial el tramo 6 del Tren Maya se extiende por 255,8 kilómetros entre las localidades de Tulum y Chetumal, pasando por cuatro municipios de Quintana Roo y contará con un paradero en la localidad de Limones, Othón P. Blanco, así como cuatro estaciones: Aeropuerto-Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Chetumal.
Según información de los pobladores de la región, el hábitat natural de múltiples especies se ha visto reducido con los trabajos de la obra insignia del gobierno de López Obrador. Entre ellos destacan tigrillos (que mostramos en la portada de esta nota), el jaguar negro propio de la región, distintas especies de víbora, tuzas y de mono araña.
En imágenes que trabajadores y pobladores compartieron con este medio, después del avance de la maquinaria pesada que se utiliza para derribar árboles y arbustos que se interponen dentro del trazo original de la vía del tren es común encontrar animales que son arrasados por la misma.
Mientras tanto, las instrucciones que reciben los trabajadores subcontratados por la SEDENA es dejar los restos de fauna y flora arrasada a un lado del camino para que después sean llevados a territorios dentro de la selva, o incluso, frente al riesgo que representa el contacto con algunas especies y ante la falta de capacitación y especialistas para relacionarse con la fauna selvática se les autoriza avanzar con la maquinario o incluso con machetes para retirar a los animales que hallen a su paso.
Fuentes oficiales aseguran que durante la construcción del Tren Maya se cuenta con especialistas y personal de la SEMARNAT para preservar el hábitat, la flora y fauna de las especies de la península sin que ello se cumpla según el testimonio de los propios trabajadores.
Tren Maya contra la naturaleza y también contra los trabajadores
Entre la información que obtuvo la Izquierda diario México se cuenta con denuncias respecto a las duras condiciones laborales de los trabajadores de las obras de este megaproyecto ecocida. Con jornadas laborales de más de doce horas bajo el sol, muchas veces sin materiales ni vestimenta de protección; ocasionando que al entrar en contacto con la flora y fauna local se contraigan enfermedades y múltiples problemas de salud.
En algunos es común la intoxicación por contacto con el árbol de Chechén u otros tipos de hiedra venenosa cuya resina provoca quemaduras, llagas en la piel e hinchazón, con distinto grado de afectación llegando a tener casos graves. Para el caso específico del árbol de Chechén se tiene la instrucción de no solo derribar sino que deben trozarlo en troncos pequeños lo que aumenta el riesgo de contacto. Sin embargo, al momento de acudir a los servicios médicos se niega que se trate de un accidente laboral o enfermedad por riesgo de trabajo y las incapacidades se pagan como enfermedad general, es decir, al 60% del salario registrado.
Los trabajadores señalan además que los oficiales del ejército, la mayoría de las veces, hacen negocio vendiendo parte de la leña que se obtiene a los pobladores, campesinos empobrecidos y también a traficantes de madera que transitan libremente en la región.
Se debe decir que ante las duras condiciones y la falta de mano de obra en la región muchos de los trabajadores son reclutados en otras regiones o estados de la república, de manera que la mayoría de los trabajadores vive en espacios hacinados que proporciona la propia SEDENA o en lugares que rentan los trabajadores dentro de la propia región.
Por su parte el gobierno y la SEDENA mantienen subcontratados a los trabajadores en una forma más de simulación contractual, pese a que en su retórica, el gobierno autodenominado de " la Cuarta Transformación" se había comprometido a eliminar la tercerización del trabajo.