Luego de un mes del inicio del paro nacional de los trabajadores del correo de Brasil, que enfrenta el proyecto privatizador de Bolsonaro con acciones en varias ciudades del país, el Tribunal Suprior de Trabajo mantiene el ataque a su convenio y pone fin a la huelga.
Martes 22 de septiembre de 2020 12:19
El Tribunal Superior de Trabajo (TST) de Brasil decidió este lunes durante el juicio en la Sección Especializada en Negociación Colectiva, poner fin al paro de los trabajadores del correo, que se viene desarrollando desde el 17 de agosto. Según la decisión judicial, los trabajadores debían volver a sus puestos este martes, bajo pena de una multa de 100.000 reales por día. La empresa celebró la decisión. El sindicato, por su parte, rechazó el acuerdo y dijo que se continuara la huelga. Habrá asambleas este martes para votar las próximas medidas.
El TST, se pronunció a favor de los ataques contra el convenio colectivo de trabajo y señaló que si los trabajadores siguen en huelga, se declarará el “abuso”, o sea que puede considerar como "ilegal" la medida de fuerza y se impondrán multas al sindicato.
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Luego del juicio que tuvo lugar este lunes, el TST determinó que debía terminarse la huelga donde la mitad de los días serán descontados a los trabajadores, y habrá un reajuste salarial del 2,6%, mientras se tendrían que reiniciar las tareas de trabajo este martes.
Sin embargo, en la decisión final quedan varios ataques económicos al convenio. El ajuste que implica hacer modificaciones contra los derechos adquiridos por los trabajadores en más de 70 puntos del convenio colectivo, y objetivo final es la privatización del servicio. La empresa estatal está en los planes neoliberales de Bolsonaro, el ministro de Economía, Guedes, y militares como Floriano Peixoto, actual presidente de la empresa estatal Correios, quien dice que la propuesta ahorraría $800 millones de reales anuales.
El TST decidió mantener las nueve cláusulas ofrecidas por la empresa Correios durante la negociación salarial -que incluyen la oferta de seguro médico y subsidio de alimentación- y otras 20 cláusulas sociales, que no representan costos extra para Correios. Las otras 50 cláusulas del antiguo convenio colectivo fueron canceladas. Entre ellas conquistas históricas como la licencia por maternidad de 180 días, y la propuesta con el retiro de la cláusula es pasar a 120 días.
A televisão não te mostra, mas trabalhadores dos Correios em greve estão agora nas ruas na capital do país por melhores condições de trabalho e contra a venda da estatal por Bolsonaro. NÃO À VENDA DOS CORREIOS!!!!! pic.twitter.com/VtQIRVOC3M
— Jandira Feghali 🇧🇷🚩 (@jandira_feghali) September 21, 2020
Los ministros han decidido seguir la jurisprudencia laboral y habrá un descuento salarial por la mitad de los días de huelga. El ministro Ives Gandra Martins admitió que “si bien Correios alegó problemas económicos con el mantenimiento de derechos, hay información de la propia empresa estatal que muestra que hubo un aumento de la demanda durante la pandemia”. Mientras que los trabajadores postales son parte de los “esenciales” que, en medio de la pandemia de coronavirus -que ya ha cobrado la vida de más de 130 mil personas en el país-, siguieron trabajando sin interrupción, sin acceso a equipos de cuidado sanitarios de calidad, lo que hizo que más de 120 trabajadores hayan muertos por Covid-19.
Los trabajadores postales son la última barrera de defensa contra la privatización de los servicios postales algo que se pudo frenar gracias a las huelgas de los trabajadores, que muchas veces fueron en condiciones muy difíciles.
La privatización de Correios está dirigida por el ejecutivo del Palacio del Planalto, pero también por la corporación judicial de Brasilia, que hacen todo lo posible por atender los intereses de los inversores y empresarios que quieren controlar la empresa estatal. Están dispuestos a atacar la Oficina de Correos, encabezada por Ives Gandra Martins, partidario de la derecha de primera línea del Golpe Institucional.
"Eu nunca tive ataques como estou tendo agora" disse trabalhador do Correios em depoimento no ato nacional. O TST julgou a legalidade da greve nessa segunda-feira e enfrentou a pressão de milhares de trabalhadores na esplanada. https://t.co/m4LZwWTpR3
— Esquerda Diário (@EsquerdaDiario) September 22, 2020
El poder judicial brasileño ha sido un enemigo jurado de los trabajadores durante años. Fue la fuerza de choque de los ataques laborales del Estado, desde el Golpe Institucional hasta Bolsonaro. Fue el propio Tribunal Supremo Federal el que inició la reforma laboral en 2017, avanzando en la flexibilización de todos los derechos laborales, la subcontratación universal, los contratos laborales por productividad, los “miniempleos” (contratos precarios a tiempo parcial) y la extensión de la jornada laboral a las 12h.
El Tribunal Superior del Trabajo actúa como servidor de las federaciones empresariales, articulando todos los casos necesarios para imponer derrotas a los trabajadores que reclaman derechos elementales. En medio de la huelga del Post de 2019, el Tribunal decidió excluir a padres y madres del plan de salud de la empresa.
Los trabajadores postales pueden triunfar si la huelga es rodeada de solidaridad. Es un ejemplo del activismo de los trabajadores en circunstancias difíciles. Su primer dificultad es que enfrentan los obstáculos de las propias centrales sindicales. ¿Qué están haciendo la CUT (Central Única de Trabajadores) y CTB (Central de Trabajadores de Brasil)? Manejan enormes contingentes de carteros y reducen al mínimo el impacto de la huelga (el CTB ni siquiera movilizó a los trabajadores de Brasilia).
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Las centrales sindicales, comenzando con la CUT y CTB, deben romper inmediatamente la tregua con Bolsonaro y organizar la solidaridad y el apoyo activo a la huelga. Es una huelga que puede ser un punto de apoyo fundamental para enfrentar todos los ataques del gobierno.