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Red Internacional
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La Plata. Vecino de Romero: "Nos reprimen por pedir comida y un techo"

La crisis habilitacional de la provincia se profundiza día a día y la respuesta del gobierno de Axel Kicillof, de la mano de Sergio Berni, sigue siendo la represión. Compartimos las voces de los vecinos que luchan por un pedazo de tierra donde vivir.

Jueves 13 de mayo de 2021 18:24

Durante tres días consecutivos 70 familias de Melchor Romero intentaron habitar tierras desocupadas en un predio ubicado en 35 y 167, exigían que se cumpla un derecho humano básico: el derecho a la vivienda.

La respuesta del Estado fue una dura represión de las fuerzas comandadas por Sergio Berni: infantería de la Bonaerense y efectivos de la Comisaría Decimocuarta. El sábado a la noche siete personas fueron detenidas, hubo heridos con balas de goma y gases lacrimógeneos.

Esto no es una excepción, según un informe de la UCA existen actualmente 260 asentamientos en La Plata, 20 de los cuales son nuevos. En ellos viven 50 mil familias y más de 18 mil niñes. Tampoco es novedad la respuesta del Gobierno de Axel Kicillof, como lo vimos en Guernica y en otras tomas de la provincia, la solución es topadoras y balas.

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A pesar de que la campaña electoral del Frente de Todos fue un sin fin de promesas de terminar con el ajuste del gobierno anterior y recuperar lo perdido, no se tomó ninguna medida seria para que las familias que más lo necesitan puedan mejorar su situación.

Por su parte, el intendente de la ciudad de La Plata, Julio Garro de Juntos por el Cambio, insiste desde hace dos años en que se desaloje la toma de Los Hornos que es la más grande de la provincia.

La solidaridad se construye desde abajo

Aunque el intento de ingresar al predio fue desestimado por los vecinos y vecinas de Romero, la organización se mantiene, al igual que el reclamo por alimento, planes sociales, trabajo y techo.

Unos de los vecinos contó: "Tenemos un comedor donde le damos de comer a 70 familias, hoy le estamos dando de comer a 25 porque no tenemos recursos como para poder abarcar toda esa gente".

Otro vecino contó "salimos a pedir comida todos los días a la mañana con un carrito a buscar donaciones, nos organizamos a través de un grupo de WhatsApp. A veces cocinamos, a veces les damos las bolsas para que se las lleven a sus casas".

La situación en el barrio empeoró con la pandemia, "hay muchos vecinos que están en situación de calle, con las viviendas colapsadas, o viven de prestado, por eso quisimos ocupar un predio que está abandonado hace 50 años. Aunque no vamos a ingresar queremos que el Estado escuche las necesidades que tenemos en el barrio de alimento, un techo, abrigo, muchos chicos necesitan atención médica".

Relató que hay mamás con 7, 8, 9 hijos que están sin trabajo, que muchos se las arreglan para vivir varias familias juntas, comparten habitaciones, baños, viven a los costados del arroyo, que hay vecinas que alquilan y en eso se va la mayor parte de lo que reciben en subsidios, y los precios de los alimentos que no paran de aumentar. Contó cómo la juventud se pierde en las drogas y la policía regentea el narcotráfico en el barrio.

Las mujeres del barrio con sus hijes, desde las más jóvenes hasta jubiladas, enfrentaron a la policía. Son muchas veces quienes sostienen los hogares, las más precarizadas y sobre cuyas espaldas también se carga las tareas de cuidado.

"Antes de la pandemia trabajaba como empleada doméstica, y desde ahí quedé sin trabajo. Estaba en negro, me echaron y me tenían que pagar, pero no me respondieron. Ahora estoy pidiendo trabajo, solamente cobro asignación por un hijo, porque mis hijas son mayores, pero no tienen planes ni trabajo, somos siete en mi casa".

El barrio sigue militarizado, "parece que hubiera terroristas" dijo otra vecina y agregó, "les tiraron gases a las criaturas, a las mujeres, ahora hay policía resguardando ese yuyal".

Algunas conclusiones

"Antes de este gobierno ya veníamos mal, porque la crisis económica nos venía devastando a todos", dijo uno de los vecinos, "ya me había quedado sin trabajo antes de la pandemia, ahora cobro un plan de 10.700 pesos con el que también ayudo a la gente".

Desde que comenzó la pandemia, las posibilidades de trabajo se redujeron, el acceso a la salud se hizo más complicado, como también a la educación, sin conectivad ni herramientas para acceder a las clases online.

"La sensación que me da a mi es que no le importamos al Gobierno. Ellos salen en la televisión, los grandes políticos, diciendo que nos dan todo, que nos ayudan que están por nosotros, les damos el voto para que nos den un país mejor y esto es lo que estamos recibiendo", sostuvo el mismo vecino.

Para finalizar, sintetizó: "Nos dejan en el olvido, lo único que hacen es reprimirnos, nos tratan de delincuentes, cuando hay delincuentes allá arriba que se llevan lo poco que nosotros tenemos. Nosotros esperábamos otra cosa, pero nos reprimen por pedir comida, por pedir abrigo, por pedir un techo".