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Red Internacional
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Crisis sanitaria. Bahía: Docentes, esenciales y precarios; una unidad necesaria para enfrentar la situación actual

El sistema de salud de la ciudad está saturado. El gobierno de Juntos por el Cambio en la ciudad no da respuestas claras y la oposición peronista no hace la diferencia. Ninguno quiere pagar el costo de tomar definiciones en el marco de una crisis que continúa avanzando en la región.

Lunes 19 de abril de 2021

En Bahía Héctor Gay, intendente de Juntos por el Cambio, por el momento sólo adhirió a las medidas decretadas por el gobernador en relación a la restricción en la circulación. En su cuenta de twitter y aunque parezca una tomada de pelo recuerda como usar correctamente el barbijo mientras el hospital municipal cerró por 48hs porque en su guardia no quedan camas UTI covid y trabajadores de la salud acaban de anunciar el colapso inminente de la atención sanitaria.

Entre tanto el Frente de Todos pretende que las autoridades políticas del municipio avancen en definiciones sin plantear ninguna salida de fondo. Gisela Ghigliani concejala del Frente de Todos exige medidas en relación al control social en espacios públicos y de circulación en la nocturnidad, sin pedir la suspensión de clases, incluso cuando “la escolaridad involucra el 37 % de toda la circulación de una ciudad, que no es un número menor" según sus propias declaraciones. El traspié de Ghigliani y la situación de Bahía Blanca dejan en claro que los anuncios realizados desde la provincia de Buenos Aires, gobernada por Axel Kicillof, son totalmente insuficientes.

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¿Por qué ante el colapso del sistema sanitario no se toman medidas urgentes?

El sistema de salud de Bahía Blanca da atención de cuidados intensivos y de agudos a un territorio de 15 distritos de la zona con más de 656.000 habitantes. Pero a partir de esta crisis, Bahía ya no es un centro de derivación por la saturación de las terapias intensivas. Las intendencias de la zona tienen que dar respuesta a este aumento de casos con sistemas muy pequeños donde la ocupación de camas está entre un 40% y 60%, con 5 a 8 camas en su mayoría, esos porcentajes se traducen en apenas 2, 4 o 6 plazas libres.

En distritos como Villarino, que no cuentan con terapia intensiva, se mantiene la fase 5 y la presencialidad en las escuelas. Muchos trabajadores de la educación, viajamos desde Bahía a las ciudades del distrito vecino, usando transporte privado o haciendo dedo en la ruta. El gobierno tampoco garantiza un transporte público seguro. En estos distritos, sí las familias del lugar que se enfermen gravemente ¿dónde serán atendidos si las medidas tampoco apuntan a mejorar la situación de Bahía, ni se contempla la realidad de estos lugares?.

Unamos fuerzas junto a los trabajadores esenciales, de la salud y precarizados

Presumiblemente mañana se harán nuevos anuncios para la ciudad. Ya venimos de votar en la pasada asamblea un paro de 24hs y la inmediata suspensión de clases presenciales por 21 días, pero el problema que estamos atravesando producto de esta crisis social, sanitaria y educativa no se puede resolver con medidas que únicamente tengan en cuenta la situación de los docentes. El gobierno y la derecha ponen a los docentes como carne de cañón envalentonando a las familias contra los “docentes privilegiados” que recibieron vacunas y ahora no quieren trabajar, Alberto y Kicillof lo dejaron en claro, el primero haciendo cargo a los relajados trabajadores de la salud por la fuerte crisis sanitaria y el gobernador haciendo arenga de un supuesto 50% de docentes vacunados que justificaría la presencialidad a toda costa.

El gobierno nacional y la oposición dejan en claro que la educación y la salud del pueblo trabajador no es una real prioridad para ellos y quieren culpar a los y las trabajadoras por la situación que estamos viviendo. Nuestros compañeras y compañeros se enferman y si su cuadro empeora no pueden acceder a una cama producto de la saturación, algunos de ellos se tienen que quedar en sus casas sin poder acceder a un derecho elemental como es la salud.

A esta política derechista, que se basa en un problema real de las familias trabajadoras, tenemos que contraponer una salida por izquierda. Con la inflación y los bajos sueldos, la pobreza alcanza al 60% de las y los niños, se necesita más de un sueldo para vivir. La mayoría de las familias tienen multiempleos para sostener el hogar. El cuidado de los niños se transforma en una tarea que las patronales le suman a las mujeres en el cuidado del hogar y que el gobierno busca resolver mediante la escuela. La presencialidad en las escuelas cubre este problema para las familia a costa de exponer su salud y la de nuestros compañeros de trabajo cuando no estan dadas las condiciones. En todos estos meses el gobierno no destinó un sólo peso para garantizar la presencialidad en condiciones y tampoco buscó ampliar la conectividad para este segundo año en pandemia, ni una sola medida del Ministerio de la mujer y diversidades para buscar una solución a tiempo para aportar en el cuidado de los niños y niñas.

Los esenciales que trabajaron durante toda la cuarentena y lo siguen haciendo a pesar de la exposición y los maltratos de las patronales que amenazan con echarlos tampoco son una prioridad para el gobierno. Ningún plan de vacunación para este sector de trabajadorxs que le puso el cuerpo a la primera ola. El gobierno no anunció ninguna ayuda para quienes trabajan al día en las peores condiciones, dejándolos librados a su propia suerte mientras destina millones a las patronales y empresarios para mitigar los posibles despidos. No podemos acostumbrarnos a que haya trabajadores de primera y de segunda, queremos un IFE de $40 000 para quienes lo necesiten, contra todo corporativismo hay que preparar una lucha de conjunto que contemple todas demandas mientras fortalecemos nuestra organización desde abajo.

Lo que también dejó en claro la cuarentena es que muchos trabajadores y trabajadoras de la docencia son precarizados, están desocupados o no llagamos a fin de mes. Otros participamos de programas precarizantes como FORTE y ATR, o pasamos meses sin conseguir trabajo. La Granate, en la conducción de SUTEBA, organiza talleres informativos para quienes ingresan a la docencia donde participan muchos y muchas compañeras, ¿no sería mucho más útil buscar unir a todas y todos estos compañeros en las asambleas generales para fortalecer la lucha de conjunto, evitando instancias separadas con el talleres informativos que tampoco son resolutivos como única respuesta por parte del sindicato?. Es por eso que como primera acción queremos impulsar acciones junto a trabajadores de la salud, una campaña donde docentes, trabajadores de la educación, jóvenes y estudiantes precarizados nos plantemos contra la precarización laboral y porque nuestras vidas valen más.

Las medidas de fuerza que votamos y llevamos adelante desde el año pasado son necesarias e importantes pero no resuelven el problema de la organización que necesitamos impulsar para lograr nuestras demandas. Por eso desde La Marrón insistimos en la puesta en pie de comisiones de seguridad e higiene por escuela, abierta a las familias, para hacer seguimiento de la situación y organizarnos frente a los contagios y las pésimas condiciones de la presencialidad de conjunto, junto a las familias y trabajadores de la ciudad. Para poder darle peso a nuestras acciones tenemos que acumular fuerzas en las escuelas con una propuesta de unidad y coordinación para salir de la perspectiva de que el problema de la educación se resuelve únicamente volviendo a la virtualidad cuando ya el sistema de salud está colapsado y empeora la vida del conjunto de la población.

¿Qué función debería tener el SUTEBA recuperado?

Estamos frente a un debate que nos parece vital volver a plantear. Hoy en nuestro país, la clase obrera es muy poderosa pero nos encontramos divididos por la burocracia sindical que responde a proyectos políticos ajenos a los trabajadores mientras millones trabajan en negro y no están representados por los sindicatos.

Es por esto que peleamos por recuperar nuestras organizaciones a manos de la burocracia. Por eso desde La Marrón (organización docente del PTS en el Frente de Izquierda) somos parte de la Multicolor, lista conformada por Tribuna Docente, Tribuna Docente Tendencia, Alternativa Docente, La Granate que logró en 2003 arrancarle el sindicato a la burocracia de Yasky y Baradel. Nuestra política es recuperar esta herramienta, para revolucionarla y ponerlas a la altura de la pelea que tenemos que enfrentar.

Buscamos transformar al sindicato para que no solo luchen por las demandas propias de sus representados sino que sean una alternativa para el conjunto del pueblo trabajador. Por eso es tan importante un programa que unifique a los trabajadores, en blanco, en negro, los precarizados, contratados o los sin techos, como hicimos en Guernica y en Don Bosco, levantando el reclamo de un plan de obras públicas para construir miles de viviendas populares. Pero también para enfrentar el saqueo del imperialismo o los intereses capitalistas que están dispuestos a favorecer la ganancia de unos cuantos laboratorios en vez de satisfacer la salubridad de las grandes mayorías.

Para nosotros, la gran conquista de las reuniones de delegados o las asambleas de base, deben apuntar a impulsar la autoorganización de los trabajadores, para darle a nuestra clase un programa, y pelear por instituciones que coordinen todas las luchas de la zona. Nuestro ejemplo es el de la unidad entre trabajadores de la salud y la educación en Neuquén y como impulsamos en MAdyGraf, fábrica recuperada.

En esta época de abierta crisis capitalista donde los empresarios y el gobierno buscan dividirnos y atomizarnos es fundamental luchar contra el corporativismo del “sálvese quien pueda” y tener una política consciente de luchar por la unidad de las filas obreras tomando las demandas del pueblo trabajador y traduciendo el programa en una organización cada vez más amplificada para que no sean las familias trabajadoras las que paguemos esta gran crisis.