Sucedió en la ciudad de Campana este viernes. Murieron 4 niños y su madre se encuentra gravemente herida producto de un desperfecto con una garrafa. La necesidad de políticas que pongan el foco en el derecho a la vivienda digna, a la orden del día.
Viernes 7 de febrero 21:17
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Una tragedia conmocionó a la ciudad de Campana este viernes cuando un incendio provocado por una garrafa de gas cobró la vida de cuatro menores de edad. Los niños, que se encontraban en su hogar al momento del accidente, perdieron la vida producto de la intensidad del incendio y del escape de monóxido de carbono. Su madre sufrió quemaduras y fue trasladada al hospital local.
El hecho ocurrió durante horas de la tarde en una vivienda del barrio Dallera. Según testigos, el incendio se habría originado por una explosión de la garrafa, la cual se utilizaba para cocinar y calefaccionar el hogar. Los vecinos escucharon una fuerte detonación y, al salir, vieron las llamas consumir la casa. A pesar de los intentos por rescatar a los menores, el fuego avanzó rápidamente, imposibilitando cualquier ayuda efectiva.
Los bomberos llegaron minutos después y lograron controlar el incendio, pero ya era demasiado tarde. Los cuatro niños, cuyas edades iban entre los 3 y los 10 años, perdieron la vida.
Este trágico suceso ha dejado al descubierto una vez más las precarias condiciones de vida en las que muchas familias se encuentran, obligadas a recurrir a métodos inseguros para cubrir necesidades básicas como la calefacción y la cocina. En una ciudad donde el desarrollo industrial podría estar al servicio de las grandes mayoría trabajadoras, y que no falte en ninguna casa servicio de gas natural, de calidad y con todas las normas de seguridad.
Es un crimen social que esto siga pasando. En la mayoría de los barrios populares, las familias no tienen acceso a gas natural y terminan usando garrafas en condiciones inseguras, una tragedia anunciada.
Este incendio no solo deja un saldo trágico (cómo ya sucedió hace unos años también en esta localidad) sino que también abre un debate urgente sobre la necesidad de políticas que pongan el foco en el derecho a la vivienda digna, con los servicios esenciales necesarios para todas las familias de la ciudad.