Se trata de una jornada que se dio en simultáneo en varias ciudades del país y del
continente. El domingo 11 de octubre, en donde se recordó un nuevo aniversario de la
"conquista’’ (genocidio) de américa y se denunció el modelo extractivista. En esta nota
planteamos un debate necesario.
Martes 13 de octubre de 2020
En Campana la jornada comenzó con una caravana de vecinos y activistas, una pintada de mural, varias intervenciones artísticas y se llevó adelante la lectura de un documento firmado por todas las agrupaciones y organizaciones que adhieren.
Se cuestionó y denunció el modo extractivista, matriz productiva del gobierno del Frente de Todos, gran causante del desplazamiento forzoso de las comunidades originarias del continente en nuestros tiempos.
En pleno siglo XXI, las comunidades originarias no tienen nada que festejar. Una de las principales demandas es la cuestión del territorio, que se encuentra en permanente disputa con las empresas extractivistas. Con más de 45 millones de personas, los pueblos originarios representan el 8,5% de la población de América Latina, se registran 826 pueblos distintos siendo la región con mayor densidad demográfica del planeta, cómo así también la más pobre.
Hace siglos vienen siendo el blanco de ataques de gobiernos y empresas para quitarles sus tierras para el agronegocio, actividades mineras y petroleras, entre otros negocios de explotación de la tierra.
Pese a este panorama, las comunidades originarias son sinónimo de resistencia. Fueron la base de las movilizaciones en Ecuador, en contra del aumento del combustible y los ajustes del FMI; en Bolivia fueron parte de la resistencia al golpe de Estado; y fueron parte de la Rebelión en Chile.
La pelea por el territorio, el derecho a la tierra para vivir y la vivienda digna está más que presente en nuestros días y vino a instalarse por las familias de Guernica que vienen dando una lucha enorme por estos derechos que son totalmente negados por el Estado y el gobierno. Aquí también vemos cómo estos derechos legítimos de cualquier ser humano son contrapuestos por el negociado inmobiliario, entre otros.
En ese sentido, Florencia Silva, trabajadora del Parque Nacional Ciervo de los Pantanos, intervino en la acción planteando que: "Si hablamos de Territorio, no podemos olvidar mencionar a las tomas de tierra en Guernica, dónde son 2500 familias peleando por el derecho a la tierra y vivienda, así como las familias de la Toma de Facera, que hace algunas semanas el intendente Abella los desalojó, y mandó a posear la entrada del Campo para que la gente no vuelva a ir".
UN DEBATE NECESARIO CON LAS AGRUPACIONES CONVOCANTES A LA ACCIÓN
La cuestión del territorio y la vida está íntimamente relacionada con la problemática de la vivienda. Hoy hay más de 4 millones de personas en crisis habitacional. Es decir cuatro millones de personas que están por fuera de algo tan elemental y básico como lo es tener un techo en dónde vivir.
En Guernica, el territorio tomado ya estaba prometido para el gran negociado inmobiliario. Vivienda para los ricos; hostigamiento, criminalización y desalojo para los pobres. Esta política está orquestada directamente por el gobierno nacional y provincial del Frente de Todos.
Desde la izquierda proponemos la expropiación de los terrenos de Guernica y la construcción de un plan de vivienda en todo el país financiado con un impuesto real a todas las grandes fortunas y en base a al no pago al FMI.
Pero el gobierno profundiza el modelo extractivista de producción y el pago de la deuda. Es decir, transformar todo en commodities y destruir todo el medio ambiente para la exportación, que consigo trae la minería a cielo abierto, el monocultivo sojero, que trae el desmonte, los incendios y la fumigación de pueblos enteros enfermos con cáncer y otras enfermedades.
El negociado que fomenta el gobierno con la baja de retenciones al agro y a la minería pone en riesgo la conservación y el desarrollo del medio ambiente y al mismo tiempo degrada la calidad de vida de los humanos. No podemos separar la problemática ambiental de la social que en nuestros días se ve más que claro van de la mano.
En este sentido, vemos como un error que en el documento principal de la acción no se vea expresada el principal hecho político que pone en discusión todos estos problemas.
A quienes peleamos por el derecho a vivir en un ambiente sano, por la preservación de nuestros espacios verdes, por autodeterminación de los pueblos, y demás peleas que nos han encontrado en las calles no nos puede ser indiferente la pelea por la tierra y la vivienda que están dando las familias de Guernica, como uno de los principales ejemplos de los procesos de toma de tierra que se vienen dando. Lo que suceda en Guernica repercute en todo el país. Los medios, la derecha y el gobierno están haciendo campaña para que el ejemplo de las tomas no se extienda, sólo ofrecen represión y migajas.
También exigimos a los Centros de Estudiantes y Sindicatos para que se pongan a la cabeza de organizar la solidaridad y la pelea en conjunto con las familias de las tomas. La única manera de ganar estas peleas es militando la más amplia unidad con todo los trabajadores, con el movimiento de mujeres, el movimiento ambientalista y los sectores en lucha. Esta unidad tiene que poner en claro quiénes son nuestros amigos en esta pelea y quienes aparentan serlo y no lo son.