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Red Internacional
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Crisis política. El canciller alemán Olaf Scholz perdió el voto de confianza y se convocan elecciones anticipadas

El canciller alemán Olaf Scholz perdió este lunes 16 de diciembre el voto de confianza en el Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento. El resultado, previsible tras la ruptura del gobierno, encamina al país a elecciones legislativas anticipadas, previstas para el 23 de febrero.

Lunes 16 de diciembre de 2024 15:12

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Si bien era un hecho previsible, el llamado a elecciones anticipadas tras haber perdido el canciller alemán Olaf Scholz el voto de confianza en el Parlamento expresa el nivel de crisis que atraviesa Alemania tras la ruptura de la coalición gobernante en noviembre.

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El colapso de la coalición tripartita conocida como "semáforo", formada por el Partido Socialdemócrata (SPD), los Verdes y los Demócratas Libres (FDP), fue el motivo detrás de esta decisión. El punto de quiebre llegó con la salida del FDP en protesta por el despido del ministro de Finanzas, Christian Lindner, una figura clave del partido, debido a desacuerdos respecto a la gestión de la deuda. Esto dejó a Alemania con un gobierno minoritario en un momento crítico, marcado por una crisis económica y una creciente incertidumbre geopolítica.

En la votación parlamentaria de este lunes, 394 diputados votaron contra Scholz, mientras que 207 lo apoyaron y 116 se abstuvieron. Tras este resultado, Scholz anunció su intención de solicitar al presidente Frank-Walter Steinmeier la disolución del Bundestag, abriendo camino al proceso formal para las elecciones anticipadas.

Con las elecciones programadas para el próximo 23 de febrero, los partidos políticos alemanes ya están inmersos en la preparación de sus campañas y programas. El SPD de Scholz intentará, con poco éxito, responder a la pérdida de confianza de los alemanes, mientras que las encuestas actuales sitúan al bloque conservador, encabezado por Friedrich Merz de la CDU, como favorito para asumir el próximo gobierno.

La campaña electoral se desarrolla en un clima de tensión, con la crisis del costo de vida y las políticas migratorias como temas centrales del debate. En este contexto, la oposición conservadora y la extrema derecha han incrementado su retórica contra las políticas actuales, buscando capitalizar el descontento popular. El panorama alemán se completa con la crisis industrial que golpea a la propia VolksWagen, una empresa emblema e histórica del país, y con la guerra en Ucrania como telón de fondo.

Además, como señalamos en un artículo reciente, "Con la elección de Trump como presidente de Estados Unidos, los escenarios en la política internacional están más abiertos que en mucho tiempo: ¿pondrá fin al apoyo militar a Ucrania y forzará negociaciones con Rusia? ¿Provocará una mayor escalada en Asia occidental con un rumbo proisraelí aún más severo? ¿Desatará una nueva guerra comercial? ¿Impondrá finalmente aranceles del 10 al 20 por ciento a los productos de la UE, lo que podría dañar enormemente la economía alemana?.

La presión de la competencia mundial ha sumido a la industria automovilística en particular en una grave crisis, como lo demuestran las amenazas de cierre de fábricas de VW. Las asociaciones empresariales piden un cambio profundo en la política industrial y financiera".

Alemania y la campaña electoral bajo la nueva era Trump

En las elecciones federales estarán sobre la mesa conceptos muy fundamentales: el SPD y los Verdes dependen de amplios paquetes de inversión financiados con deuda. Quieren proporcionar a la industria en crisis miles de millones en ayuda para su reestructuración tecnológica y financiar la actualización. Pero las posibilidades de que la economía vuelva a funcionar asumiendo cantidades masivas de deuda son al menos inciertas dada la dura competencia en los mercados globales y las políticas agresivas de Trump.

A la CDU/CSU y al FDP les gustaría ver ataques mucho más directos contra la clase trabajadora, alivio fiscal para las empresas y recortes del gasto social. También es probable que añadan a su repertorio nuevos ataques a los salarios y las pensiones. En términos de política exterior, pedirán una política aún más intensificada con más entregas de armas a Israel y Ucrania, incluidos misiles Taurus que también pueden alcanzar zonas rusas.

En términos de migración, tanto la coalición gubernamental como la oposición se enorgullecen de seguir expandiendo la "Europa Fortaleza" contra los migrantes y abogan por más deportaciones y restricciones.

Independientemente de quién forme el próximo gobierno, ya se puede predecir que adoptará un rumbo aún más duro en política exterior e interior. La elección de Trump lo cambiará todo. En particular se volverá a poner en primer plano la actitud de Alemania hacia Rusia, China y Estados Unidos.

Por primera vez en las elecciones federales, es probable que veamos no sólo diversos matices de orientaciones transatlánticas, sino también debates fundamentales sobre la orientación del imperialismo alemán, acompañados de campañas de difamación y represión, particularmente contra el movimiento palestino.

Sobre estos temás también se posicionara con ideas claramente soberanistas la BSW (Alianza Sahra Wagenknecht, encabezada por la ex lider del partido de la izquierda Die Linke que rompió y tomo parte del programa soberanista de la derecha obteniendo buenos resultados en las últimas elecciones) y la extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD), que buscan un papel independiente para Alemania en la OTAN y un compromiso con Rusia. El reciente fracaso de las negociaciones de coalición en Sajonia con BSW muestra que el desacuerdo sobre la orientación de la política exterior hace cada vez más difícil formar un gobierno. Sin embargo, la elección de Trump y un cambio en la situación en Ucrania podrían reorganizar los acuerdos y desacuerdos entre las distintas tendencias políticas.

El partido DIE LINKE (la izquierda) ya se ha posicionado detrás de Ucrania y dispuesto a apoyar cualquier política de la OTAN. La copresidenta del partido Ines Schwerdtner abogó por mantener la coalición de gobierno que existía hasta noviembre y por endeudarse para cubrir inversiones. Esta es la respuesta de la izquierda institucional a Trump para que Alemania pueda seguir actuando, es decir junto a las necesidades de capital.

La respuesta de la izquierda revolucionaria: construir una alternativa socialista

Frente a este panorama, la izquierda revolucionaria en Alemania, representada por organizaciones como la Organización Revolucionaria Internacionalista (RIO) y la Organización Socialista Revolucionaria (RSO), ha decidido presentar candidatos propios en distritos clave como Friedrichshain-Kreuzberg, Tempelhof-Schöneberg y München-West.

Bajo el lema "¡Por un mundo sin fronteras, guerra y explotación!", estas organizaciones buscan ofrecer una alternativa radical a las opciones tradicionales de los partidos dominantes. La campaña de la izquierda revolucionaria incluye propuestas como la expropiación de empresas que realicen despidos masivos, el rechazo al gasto militar y el apoyo a políticas que prioricen las necesidades de los trabajadores y sectores oprimidos. Además, critican a Die Linke por su giro hacia la derecha, y su participación en gobiernos locales que impulsan políticas contrarias a los intereses de la clase trabajadora.

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Desde Klasse Gegen Klasse (sitio hermano de La Izquierda Diario en Alemania) han estado haciendo campaña para que su organización, RIO, y la RSO presenten candidatos independientes.

Los candidatos socialistas se presentarán en dos distritos berlineses, Friedrichshain-Kreuzberg y Tempelhof-Schöneberg, y en Múnich, en München-West. Los principales candidatos son:

– Inés Heider, trabajadora social de Frankfurt que fue despedida por sus actividades sindicales y luchó exitosamente para ser reincorporada, en Friedrichshain-Kreuzberg (de RIO).

– Franziska Thomas, trabajadora social que ha participado activamente en el movimiento de solidaridad con Palestina, en Tempelhof-Schöneberg (de la RSO).

– Leonie Lieb, una partera que dirigio la lucha para salvar la sala de partos en donde trabaja, en München-West (de RIO).

La campaña ya ha comenzado, y merece la atención de los socialistas a nivel internacional. Muestra que es posible contrarrestar el giro hacia la derecha y presentar una alternativa revolucionaria a las masas, sin apoyar a partidos burgueses o reformistas. Los partidos del “extremo centro” de Alemania han estado empujando a la gente a los brazos de la extrema derecha. Construir una verdadera alternativa socialista es la mejor manera de luchar contra la derecha.