Daniela Trecco, Erica Duarte y sus compañeras del Hospital de San Fernando volvían del Encuentro de Mujeres y vieron caer un helicóptero en la ruta. Rescataron a los ocupantes pero fueron invisibilizadas por los medios y por el coordinador de Seguridad Vial.
Martes 23 de octubre de 2018 00:00
La Izquierda Diario se acercó a la seccional recuperada recientemente por profesionales mujeres jóvenes de la Cicop de San Fernando, que forman parte del movimiento de mujeres que se expresó en las calles masivamente, para que contaran lo que realmente pasó el lunes 15 cuando se estrelló el helicóptero de Sebastián Chicou, empresario de la aviación, junto a su familia.
Daniela Trecco, médica del Hospital de San Fernando y presidenta de la Cicop de San Fernando y Érica Duarte, residente de Bioquímica Química del mismo hospital, cuentan en primera persona sobre el rescate del que fueron protagonistas del accidente que salvaron la vida de cuatro personas mientras volvían del Encuentro Nacional de Mujeres llevado a cabo en Trelew.
Mientras el coordinador de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Daniel Bertrán se arrogaba el salvataje por sí solo, aquí las rescatistas nos cuentan cómo el trabajo conjunto de todas las feministas dentro del micro formaron parte del rescate.
La Secretaria General de Cicop San Fernando, María Gabriela Puebla, entrevista a Daniela y Érica para conocer sus opiniones respecto a la movilización a Luján del sindicalismo peronista, antiderechos, para rezar contra el ajuste, con la bendición de Bergoglio, con el objetivo de apaciguar la lucha. De la misma manera abordan la política sindical de Cicop San Fernando, sus perspectivas de género como también cómo hacer frente al ajuste.
Este intento de invisibilizar el rescate y reanimación de los accidentados se da en el marco de un avance de los ataques hacia las mujeres que llevan el pañuelo verde de la Campaña Nacional por el derecho al Aborto, Legal Seguro y Gratuito, también el ataque del movimiento antiderechos donde la iglesia tomo nota y se fortaleció. Por eso muchos fundamentalistas se envalentonarse y sancionaron a docentes, estudiantes y chicas por llevar el pañuelo verde. Es importante lo que comentan las trabajadoras de la Salud, en redoblar fuerzas y organizarse en cada lugar de estudio y de trabajo como se viene haciendo en la Seccional del Hospital Cordero, exigiendo que la Iglesia sea un asunto separado tanto del Estado como del Sindicato.