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Red Internacional
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Jujuy. MadyGraf en Alto Comedero: “militancia y resistencia, otro mundo es posible”

En la casa de verano del PTS, se realizó este sábado 15/02, una jornada social y recreativa que finalizó con un cine-debate, junto a Eduardo “Chavo” Ayala, obrero de la gráfica bajo control obrero. Una reflexión alrededor de la militancia, la necesidad de pelear por otro mundo y la importancia de un partido revolucionario.

Lunes 17 de febrero 15:21

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Estudiantes, jóvenes, trabajadores de la salud, docentes, obreros del Ingenio Ledesma y referentes de Uatre de esa localidad, compartieron comida, música, pileta y también debates y experiencias este sábado en el barrio Alto Comedero.

Este espacio impulsado por el PTS junto a trabajadores y jóvenes, sostenido desde abajo mediante una rifa solidaria, busca avanzar hacia la creación de un club obrero, social y político, un espacio de recreación para trabajadores, trabajadoras, estudiantes, mujeres, donde puedan distenderse, crear vínculos entre distintos sectores y pelear valores como la solidaridad, la cooperación, la lucha contra las opresiones y contra la explotación del sistema capitalista, planteándose la posibilidad de dar una salida a la crisis y crear otra sociedad.

En la jornada se conoció la experiencia de la gráfica MadyGraf, ex Donnelley, a través del documental “MadyGraf: Huellas de un Futuro”, que cuenta la experiencia que hicieron sus trabajadores, realizado por La Izquierda Diario y Contraimagen.

La planificación democrática de la producción, la pelea por la unidad de los trabajadores en momentos claves; como la lucha de Lear contra los despidos, el apoyo a los trabajadores desocupados y sin techo que pelearon por tierra y vivienda en el Parque Indoamericano en pleno gobierno de CFK y del peronismo, o en Guernica durante la pandemia del 2020. El rol de la Comisión de Mujeres, organizada por las compañeras, hijas y familiares de los laburantes, muchas de ellas hoy trabajadoras de la fábrica. El aporte de los estudiantes, fundamental para la gestión obrera o cómo se pueden llevar adelante medidas para combatir la contaminación del medio ambiente, fueron algunos de los temas tocados en el documental.

Al finalizar la proyección, hubo un rico intercambio entre lxs presentes y el “Chavo” donde se plantearon distintos interrogantes, dudas, visiones sobre esta experiencia.

Una trabajadora de la salud, preguntó cómo se llegó a crear la consciencia para que los trabajadores terminarán tomando el control de la fábrica ante la ida de los patrones, a lo que Ayala explicó cómo fueron los años previos, donde primero en soledad y luego con compañeros que se iban convenciendo y sumando, lograron con mucha paciencia y combates a los sentidos comunes organizar la fábrica, teniendo a la asamblea como órgano fundamental de decisión.

Por ejemplo, contó que a partir de ser delegado, la patronal quería imponerles peores condiciones laborales, presentándolas como si fueran un beneficio para los trabajadores; comentaba “yo sabía que nos querían cagar, pero no tenía los elementos para rebatir los argumentos patronales”, por eso buscó tener mayores conocimientos, llegando a inscribirse en la facultad, en la carrera de filosofía, conociendo a la agrupación estudiantil del PTS. Aquí conoció una historia que no conocía, la de la clase trabajadora, su propia historia, de cómo los trabajadores habían llevado adelante todo tipo de experiencias en su lucha contra la patronal, por sus derechos y la pelea por otro tipo de sociedad.

A través del impulso de partidos de fútbol, el “Chavo” fue compartiendo esta historia con sus compañerxs, fueron generando nuevos lazos, que los hizo más fuertes. Estas actividades se llegaron a contraponer con los torneos de fútbol organizados por la empresa que hacían jugar juntos a jerárquicos y trabajadores, como si fueran una “gran familia”, pero esos jerárquicos no tenían problemas de despedirte si la patronal lo demandaba. Con sus torneos independientes y con la lucha que encaraban en la planta fueron aprendiendo quiénes eran sus amigos y quiénes sus enemigos.

En el desarrollo de su experiencia buscaron la unidad con otra gráfica, WorldColor. Llevaban a la salida de los turnos volantes, pero que nunca lo agarraban sus trabajadores: es que la salida estaba llena de cámaras y el que tomaba el volante corría el riesgo de ser despedido, les contó un trabajador, pero gracias a él encontraron otro lugar de concentración para poder llegar a sus compañeros.

A partir de esa relación, los trabajadores de Donnelley (hoy MadyGraf) pudieron transmitir su experiencia de años de organización, ayudando a los trabajadores de WorldColor a organizarse en apenas meses. Cuando esta gráfica despidió y los trabajadores respondieron con el paro, la patronal busco quebrar la lucha, derivando la producción justamente a Donnelley. Gracias a la unidad que forjaron previamente, los trabajadores de Donnelley se solidarizaron y juntos lograron la reincorporación de los despedidos.

Otra trabajadora en la charla, le preguntó al “Chavo” cuál era la relación con el sindicato, si lo habían cuestionado:

Aquí el “Chavo”, una vez más mediante hermosas anécdotas, contó como en sus inicios confiaba en el sindicato, y a través de la experiencia se fue dando cuenta que el sindicato también arreglaba con la patronal y siempre se ubicaba contra los trabajadores. El rol nefasto de la burocracia sindical.

También aprovechó para plantear algunas conclusiones a las que llegaron junto a sus compañeros, de cómo el sindicalismo, o la sola pelea por las reivindicaciones inmediatas, es como andar en una cinta caminadora, te permite tonificar, hacer ejercicio, conseguir algunas mejoras pero al fin y al cabo quedas siempre en el mismo lugar. Claro, es importante dar esas peleas, pero si no están puestas en perspectiva de algo superior: organizar a la clase trabajadora de forma independiente y democrática, en unidad con otros sectores, y con el objetivo de que la clase productora de todo pueda construir una alternativa política propia que pueda disputar el poder de todo.

También, un compañero, docente jubilado, consultó ¿qué importancia, qué rol tuvo el PTS en esta enorme experiencia obrera?

Ayala respondió cortito y al pie “toda, todo”. Y luego desarrolló por qué los militantes revolucionarios del PTS peleamos a capa y espada por la construcción de esa herramienta política de los trabajadores. Una dirección política, que busque elevar la lucha cotidiana de los trabajadores a cuestionar el poder de las patronales en la fábrica, pero también en el país y la sociedad, que es posible pelear por la unidad de todas las filas de la clase trabajadora y del pueblo, por una salida propia, es decir un gobierno de abajo, de los propios trabajadores: si los trabajadores son capaces de dirigir una fábrica, son capaces de dirigir la sociedad.

“Yo como trabajador, después de la experiencia que tuve, como militante obrero, revolucionario, estoy convencido que nosotros podemos construir la fuerza necesaria para cambiar esta sociedad de raíz, para pelear por un mundo distinto. No solo para estar yo y los míos mejor, sino para que toda la clase trabajadora esté mejor, les digo que lo que hay que hacer es militar todos los días por construir esa organización, y por mas chiquito que parezca que es el avance que nosotros logramos a través de esa militancia, no crean que es en vano, es lo que uno va sembrando todos los días para estar preparados para esos momentos, esas situaciones claves”, finalizó el “Chavo” interpelando a todxs lxs presentes.